Barcelona, Atlético de Madrid y Real Madrid, los tres aspirantes al título de Liga, son esta noche los grandes protagonistas de la jornada liguera intersemanal.

El primero en pisar el césped será el equipo de Luis Enrique. El Barcelona medirá la magnitud de su bache de resultados en su visita a Riazor, un campo en el que ha tenido acierto y triunfos en las cuatro últimas visitas y donde intentará prolongar esa serie ante el Deportivo para así poder cortar la racha de cuatro jornadas sin ganar en Liga que la ha hecho ceder toda la ventaja respecto al Atlético y el Real Madrid.

El campeonato se ha avivado con las tres derrotas consecutivas del Barcelona, que ha sumado un punto de los últimos doce y además ha sido eliminado de la Liga de Campeones, y el Deportivo puede convertirse en juez del torneo de la regularidad, ya que por Riazor pasarán dos de los tres candidatos al título.

Primero lo hará el equipo de Luis Enrique, al que solo ha derrotado en uno de sus veinte enfrentamientos más recientes, precisamente en la misma jornada que ahora, la 34, pero en la temporada 2007-08 (2-0).

El Deportivo también recibirá en Riazor al Real Madrid en el encuentro que cerrará la Liga, al que los blancos pueden llegar con opciones de proclamarse campeones después de haberle recortado al Barcelona, como el Atlético de Madrid, una ventaja que parecía definitiva.

El conjunto azulgrana espera que este sea el punto de inflexión a partir de donde cierre la hemorragia que ha dado vida a los equipos madrileños. Han sido cuatro jornadas para olvidar, pues en ellas el equipo azulgrana se lo ha dejado todo, desde el estilo de juego hasta la ventaja.

San Mamés

El Athletic y San Mamés proponen hoy un imponente reto para el Atlético de Madrid, ante un gran desafío en la carrera por la Liga y un partido decisivo en su persecución del liderato del Barcelona, obligado a ganar, como también lo está el conjunto bilbaíno para creer en la cuarta plaza.

Todo ha cambiado en tres semanas en la pelea por el título. Por entonces parecía una misión casi imposible para el equipo madrileño; ahora aún es difícil, porque no depende de sí mismo, porque necesita ganar todo lo que juegue de aquí a final de Liga y, además, esperar al menos un empate del conjunto azulgrana, pero mantiene la fe.

Por último, la visita del Villarreal al Santiago Bernabéu representa uno de los encuentros más complicados del Real Madrid hasta final de temporada, un duelo clave en su resurrección liguera, ya a un solo punto de Barcelona y Atlético de Madrid, que encara con una nueva ausencia de Bale.

Por enésima vez en la temporada, un percance físico impide tener continuidad a Gareth Bale. De momento el club no desvela la zona de la nueva dolencia muscular del galés, y de las palabras de Zinedine Zidane, que espera sea una sobrecarga, se apunta de nuevo a sus sóleos. La racha madridista, seis victorias consecutivas, recibe el duro examen del Villarreal. Lanzado en autoestima y con un clima de euforia en el madridismo al que nuevamente intenta poner freno Zidane, el Real Madrid siente la obligación de ganar todas las jornadas restantes si quiere apurar sus opciones de acabar como campeón.