«Desde muy pequeño mi ídolo ha sido el ciclista murciano Alejandro Valverde», reconoce el corredor almoradidense Alejandro Gómiz (2-11-97) cuando se le pregunta por su modelo a seguir dentro del pelotón internacional. Al igual que el líder del equipo Movistar «paso bien la media montaña y cuando llego adelante con un grupo reducido me defiendo bien al esprint. En la gran montaña tengo más problemas para aguantar, pero estoy aprendiendo a sufrir».

Gómiz luce esta temporada el maillot de campeón de España en ruta júnior que conquistó el verano pasado en Sabiñánigo y que le permitió representar a su país en el Mundial de Ciclismo en Ruta que se realizó en Richmond (Estados Unidos), donde coincidió con los profesionales y consiguió ser el mejor ciclista español en pasar por meta. «Fue una experiencia que no olvidaré nunca», recuerda.

Se inició su trayectoria en la Escuela del Club Ciclista Almoradí. Pasó por las categorías de promesas, benjamines, alevines e infantiles de dicha localidad de la Vega Baja. En los dos años de cadetes formó parte de equipo GD Llopis de San Vicente. En júniors, perteneció al Giménez Ganga de Sax. Entre todos sus directores destaca a «Antonio López en cadetes. Tampoco puedo olvidarme de Iván Rocamora y José Bernabé, en el Giménez Ganga, que me permitieron competir en vueltas».

Consiguió 18 victorias en carreras de escuelas y un campeonato autonómico en benjamines. En la categoría de cadetes ganó cuatro carreras, el campeonato autonómico en la modalidad de pista-scratch y campeonato de la Liga de Pista de la Comunidad Valenciana.

En júnior, además del Nacional y su participación en el Mundial, se adjudicó dos etapas en la regularidad de la prestigiosa Vuelta a Pamplona 2015. También subió a lo más alto de podio en otras pruebas de menor rango. Logró el subcampeonato de contrarreloj individual y fue tercero de la general de la Copa Alicante Júnior y ganador de maillot de metas volantes, tercero en la Liga de Ruta de la Comunidad Valenciana y vencedor de la general de las metas volantes.

Alejandro Gómiz ha debutado esta temporada en la categoría Élite y Sub´23, con el Mutua Levante-Ginestar, en la que «me toca aprender». Asume que «en las clásicas que he disputado me he encontrado bastante bien, aunque en las pruebas de la Copa de España me he dado cuenta que hay mucho nivel y hay muchos gallos. Es cuestión de tomárselo con calma y así me ha ocurrido en toda mi carrera. La primera campaña en la categoría en la que compites es de aprendizaje. No hay que volverse loco».

En esta etapa de asimilar experiencias y de ver cómo evoluciona su cuerpo a nivel físico y mental cuenta con el apoyo del proyecto FER. «Estoy muy contento de que hayan pensado en mí. Es una ayuda importante en unos tiempos donde no se apoya mucho a los deportes minoritarios. Espero no defraudar a nadie y ser una buena imagen de la denominada cultura del esfuerzo».

El almoradidense combina sus estudios de segundo de Bachiller en el Instituto Antonio Sequeros de Almoradí con seis días de entrenamiento encima de «la burra» sobre la que pedalea «como mínimo 14 horas semanales y más de 400 kilómetros». Su sueño es llegar al profesionalismo, pero es consciente que debe ir paso a paso, carrera a carrera, hasta llegar a su nivel máximo de rendimiento.