El Benidorm recortó ayer distancias con la zona noble de la clasificación tras vencer al Villa de Aranda en el Príncipe de Asturias en un partido en el que el conjunto local pecó de falta de acierto y concentración. La trayectoria de ambos equipos hacía prever un partido igualado y así fue en los primeros compases. Mediado el primer tiempo, el conjunto de Benidorm se rehizo de una inferioridad numérica y aprovechó dos errores consecutivos del Villa de Aranda para coger la primera ventaja de cierta entidad (5-7). El técnico del Villa probó con varios cambios, pero hombres como Marchan y Víctor Sáez ganaban casi todas las batallas. Sin embargo, la superioridad benidormense no duraría hasta el final, ya que Oswaldo Maestro se echó el equipo a sus espaldas y consiguió certificar un postrero parcial de 4-0 que puso en ventaja (12-11) a los suyos por primera vez al filo del descanso.

Tras el paso por vestuarios, y con la sensación de igualdad, ambos equipos cayeron presa de sus propios errores y durante casi diez minutos apenas consiguieron mover el marcador (14-13), una situación de la que salió antes el Benidorm, que afinó su puntería mediado el segundo tiempo, lo justo como para ganar la batalla. Así, el Benidorm consiguió retomar su ventaja (15-17) y ya no la soltaría. El acierto final de Amarelle sentenció el choque, que finalizó con un marcador de 22 goles para el equipo local y 27 para el Benidorm.