El partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones propone esta noche (Bein) un enorme desafío para Atlético de Madrid y Barcelona en el Vicente Calderón, con ventaja azulgrana, con ánimos contrapuestos, con el pase a semifinales para el ganador y sin consuelo para el perdedor.

El 2-1 del encuentro de ida de hace una semana en el Camp Nou mantiene todo abierto para el vibrante choque, pone parte del foco en el prestigioso árbitro italiano Nicola Rizzoli, tras la polémica actuación del alemán Félix Brych en el primer duelo, y multiplica la emoción, la tensión y la pasión de un partido vital.

En juego está la continuidad en la Liga de Campeones, la competición de las competiciones de clubes en la que sólo seguirá uno de los dos y un torneo que ambicionan ambos equipos en esta temporada mientras interrumpen su carrera por la Liga para centrarse en noventa minutos definitivos para Atlético de Madrid y Barcelona.

Lionel Messi, Luis Suárez, Neymar, Andrés Iniesta, Sergio Busquets, Javier Mascherano o Gerard Piqué contra Antoine Griezmann, Koke Resurrección, Diego Godín, Yannick Carrasco o Jan Oblak; un duelo a todo o nada con la ventaja para el conjunto azulgrana, con las obligaciones de marcar gol rojiblancas y con un Calderón lleno.

Y, entre todos esos factores indispensables que configuran el encuentro de vuelta, también surge el ánimo de la última semana en uno y otro equipo, reforzado en los locales con su triunfo por 1-3 ante el Espanyol y su primer tiempo en el Camp Nou, superior hasta la expulsión de Fernando Torres, y debilitado en los visitantes por su segunda derrota seguida en la Liga, consumada en Anoeta (1-0).

Después de haberse mostrado intratable en la Liga y en la Champions, de haber acumulado 39 partidos sin perder, de que su tripleta de delanteros batiera todos los récords goleadores y de que su fútbol fuera inmaculado, los azulgrana entraron en depresión y ahora mismo es difícil establecer un diagnóstico preciso.

Todo empezó tras aquel empate en Villarreal (2-2), se prolongó con la derrota ante el Real Madrid en el Camp Nou (1-2) y con la sufrida hace unos pocos días en Anoeta (1-0), donde el Barça de nuevo no fue el Barça. En medio de todo, una victoria frente al Atlético en la ida de los cuartos de final que marca el futuro (2-1). Encajaron los azulgranas un gol por medio de Fernando Torres y las alertas, todas las luces rojas, se encendieron en el Camp Nou.

Al final, Luis Suárez le dio la vuelta a la complicada situación con dos goles que le dan esperanza a los azulgranas, pero las dudas continúan y tienen nombre y apellidos: Leo Messi, Neymar Jr y Sergio Busquets.

El Atlético, por contra, irrumpe en el tramo final del curso con determinación. Sus dos victorias seguidas en la Liga, en la que ha recortado seis puntos al liderato del Barcelona en una semana, más su potente primer tiempo en el Camp Nou y su explosión goleadora de las últimas semanas reafirman al equipo rojiblanco.

Ahí, en ataque, lamenta la baja de Fernando Torres, expulsado en la ida, pero dispone del francés Antoine Griezmann, protagonista en nueve goles en sus últimos once duelos entre el Atlético y su selección; Koke Resurrección, participante en siete tantos en los últimos tres choques; y Yannick Carrasco.