En el mundo los campos de golf, bajo el concepto de sólo deporte, están padeciendo los efectos provocados por la «crisis generalizada». El cambio de tendencias y costumbres de los usuarios en EE UU y Europa han producido cierres de campos, cambios de gestión en Japón, algunos se han convertido en «parques eólicos». En Inglaterra la ocupación anual ha descendido un 23,5% en sus 1.900 campos, según los datos de la National Golf Fundation/Expansión.

Segmento del golf en España

Sobre el territorio nacional existen 359 campos de golf, con un total de 277.892 licencias federativas amateur, con un índice de 9.358.000, round/salidas/green fees, arrojando el dato de 26.066 round/salidas/green fees anuales, con un 41% de usuarios extranjeros y un 59% de nacionales, con un descenso anual del 18,50% de licencias federativas (2014). Desde la crisis generalizada de 2007 no se ha inaugurado ningún nuevo campo, y si han cesado las actividades de varios de ellos, algo que históricamente no había ocurrido.

Las licencias de federados han sufrido bajas del 18%, algo inusual desde que existen datos, según el Estudio Golf Business Partners.

Origen del golf en la Costa Blanca

Se han construido campos de golf como «reclamo», (con absoluto respeto para este tipo de actuaciones) de desarrollo de grandes núcleos residenciales, donde ha primado fundamentalmente la promoción de productos inmobiliarios con una gestión del «producto golf» dirigida principalmente al usuario residencial y/o local. Existe la excepción de otros campos que se diseñaron y desarrollaron bajo la fórmula «Pay and Play», con oferta dirigida fundamentalmente al usuario extranjero no residente del denominado routing del golf (usuario turístico-deportivo activo de media y larga estancia) que demanda paquete turístico de alojamiento, golf y dietas.

La Costa Blanca (Alicante y provincia) dispone de 22 campos, con 8.819 licencias amateur, datos muy superiores a los campos de la Comunidad Valenciana y de la media de España. Con un descenso del 3% de licencias federativas, salvo excepciones, la ocupación es superior a la media de España superando en muchos casos los 30.000 round salidas, y en algunos casos superando los 65.000. Igualmente la media de usuarios extranjeros supera el 50%, alcanzando en otros el 80% de la ocupación anual frente al 41% de la media nacional.

Los efectos de la crisis generalizada y de la burbuja inmobiliaria, el descenso de usuarios nacionales y/o locales, los cambios de tendencias, o los incrementos del IVA (8 al 21%), han provocado importantes y graves consecuencias, de pérdidas de viabilidad, en algunos casos teniendo que asumir resultados anuales negativos (2008 al 2014).

Los campos de golf cumplen con los objetivos sobre regeneración de territorios y sostenibilidad medio ambiental, valorizando terrenos degradados e improductivos, respetuosos con su orografía, mediante acciones de reforestación y siembras de manto verde que respetan y promocionan el desarrollo faunístico de especies autóctonas y migratorias. Los recursos hídricos para riego son de origen de Plantas Depuradoras (EDAR) suministradas con tratamiento terciario, que en muchos casos se verterían al mar sin aprovechamiento alguno.

Así mismo, los campos de golf son agentes creadores de plantillas de empleos fijos, que son superiores a muchas otras actividades turísticas y deportivas tradicionales, manteniendo su actividad sin interrupciones temporales.

La viabilidad de un campo de golf es muy superior a la de cualquier actividad agrícola, produciendo mayor número de empleos fijos, menor consumo de agua para riego, y mayores sinergias entre las actividades turísticas tradicionales.

Los campos de la Costa Blanca son instalaciones sostenibles, que cubren una oferta turística complementaria muy importante de desestacionalidad turística tradicional en épocas invernales de países europeos.

Puntos fuertes y débiles

Es sobradamente conocido que el destino Costa Blanca dispone de excelentes puntos fuertes. En resumen: aeropuerto internacional con vuelos directos y conexiones con las principales capitales europeas, red de autopistas y AVE, excelente climatología, campos de golf y planta de alojamientos, cercanía entre campos, gastronomía (dieta y hospitalidad mediterránea), cesta de la compra asequible, playas y óptimos servicios turísticos.

Los puntos débiles igualmente son conocidos, y resumidamente son: Cuidar el excelente estados de los campos, sustituir algunos modelos de gestión, y adaptar precio-calidad del producto, sustituir la etiqueta de destino-producto de «Low Cost».

En el ejercicio 2015, los campos de golf vieron incrementar su volumen de afluencia y ocupación principalmente de origen europeo con mayores ocupaciones de round/salidas anuales. Las previsiones de ejercicio 2016 son de crecimientos, que en algunos casos superarán récords de ocupación anteriores a la crisis, pero no conseguirán igualar los resultados de aquellos ejercicios.

Es cierto que, los campos han incrementado ocupaciones y ventas pero mantenido reducciones de resultados (sequía de rentabilidad).

Los campos de golf de la Costa Blanca deben de aprovechar el privilegio de su ubicación geográfica, excelente climatología, campos, servicios, precios asequibles de la cesta de la compra que es de alto interés para el usuario de media y larga estancia, y otros puntos fuertes de infraestructuras, etc., etc., y nuevas tendencias de mercados y usuarios, y el particular e importante interés que despierta el destino Costa Blanca para el consumidor del producto del golf en Europa.

La incipiente recuperación económica, en general, y las ocupaciones, no debe causar efectos de espejismos ilusorios, sino de acicate para mejorar y consolidar el segmento de los campos de golf en los mercados de Europa.

El segmento industrial de campos de golf de la Costa Blanca, desde el respeto mutuo a cada política de su gestión, debe de iniciar una colaboración efectiva incrementando la cadena de valor para conseguir ser competitivos en los mercados de rápida evolución, que están demostrando un alto interés por el destino Costa Blanca.