problema burocráticos originados por su guerra con la Federación Holandesa, que quería recondir la carrera de Cruyff en otro lugar distinto al FC Barcelona, le obligaron a posponer su debut como azulgrana. Así, con un traje blanco, se presentó el 2 de septiembre de 1973 en Altabix para ver jugar al que sería su equipo ante el Elche, un partido que se resolvió a favor del equipo ilicitano con un solitario gol de Chiva. Ni qué decir tiene que las gradas del viejo Altabix estuvieron tan atentas a lo que sucedía sobre el terreno de juego como a la grada, donde el ya jugador estrella que llegaba de Holanda para marcar una época tomó asiento junto a su esposa. Fue ese día en el que Sotil quiso regresar a su país por las patadas que recibió de Llompart.