Ramón Sánchez Borrell, conocido como «Kiwi», apodo que le sacó su madre cuando casi ni andaba, nació en el barrio del Cementerio Viejo «La Puñalá» y se ha convertido en uno de los mejores jugadores de fútbol sala de Elche y de la provincia. Su sueño era jugar en Primera División y lo ha conseguido esta temporada con su Elche. Ahora lucha por conseguir la permanencia y dejar al equipo de su ciudad en la máxima categoría.

Comenzó a jugar en la Liga Local de Fútbol Sala de Elche, luego se fue al Dinamita de Albatera en la antigua Nacional A (equivalente a la actual Segunda División B). Posteriormente lo fichó el Jumilla, donde estuvo cuatro campañas, siendo dos años campeón de Nacional A. Logró un ascenso a Primera División y también disputó ocho partidos en División de Honor con el Cartagena, que en aquella época tenía al Jumilla como filial.

Hace tres temporadas firmó por el conjunto franjiverde. Jugó las fases de ascenso y se quedó a las puertas de subir tras caer con el Uruguay Tenerife y Brihuega. Pero esta campaña está disfrutando de la máxima categoría vestido de franjiverde. Kiwi es el segundo máximo goleador del equipo, con 11 dianas, por detrás de Carlos Anós (14) y Pitu (10). El pasado viernes marcó el tanto del empate frente al Jaén, que permitió el cuadro ilicitano sumar un punto que puede ser clave para la permanencia.

Kiwi es consciente de que la salvación va a ser difícil, pero confía en conseguirla. «Se está poniendo complicada porque el UMA Antequera también está apretando, pero nosotros tenemos que seguir a lo nuestro, continuar sacando puntos y luchar hasta el final para quedarnos en Primera». El ala reconoce que no seguir en la máxima categoría «sería un palo porque en Elche se vive mucho el fútbol sala. Por todas las esquinas se respira este deporte. De pequeño, mi ilusión era llegar a jugar a Primera y poder hacerlo con el Elche es lo máximo. Por ello, vamos a luchar por continuar en la máxima categoría y que la afición de Elche pueda seguir viendo fútbol sala de Primera».

El futbolista ilicitano recuerda que tienen «un calendario difícil», porque «nos queda jugar contra los tres grandes: Inter Movistar, ElPozo y Barcelona», pero asegura que «no vamos a renunciar a nada en esos tres partidos y vamos a luchar cada uno hasta el último minuto para intentar lograr algo positivo».

El primer paso para la permanencia se debe dar el sábado (18 horas) en la pista del Peñíscola y luego en casa ante el Levante. «En Peñíscola va a ser complicado, pero vamos con mucha ilusión. Contra el Levante, jugando en casa, va a ser decisivo y tenemos que sumar los tres puntos. El vestuario está con mucha fe y estamos convencido de que los vamos a conseguir».