La «Torrevieja Cup», el tradicional torneo internacional de fútbol base, que se disputa durante la Semana Santa, en varias localidades de la Vega Baja, reunirá este año a 130 equipos, masculinos y femeninos.

En la competición, que comenzará el Jueves Santo, 24 de marzo, y finalizará el Domingo de Resurrección, 27 de marzo, congregará a unos 2.000 jugadores, a los que acompañarán unos 250 técnicos y representantes de los clubes, junto con varios centenares de familiares y acompañantes. Todos ellos contarán con la información y el asesoramiento de una organización compuesta por cerca de 80 personas.

Aunque, paradójicamente, Torrevieja no alberga ningún encuentro, los organizadores han mantenido al municipio salinero en la denominación del torneo, y en palabras del organizador, Alberto del Amo, «nos gustaría que la competición se disputara también en Torrevieja en próximas ediciones, así como en el casco urbano de Orihuela, que también ha mostrado interés».

Del Amo aseguró que, según sus cálculos, habrá «un millón de euros de impacto económico en la zona, sumando pernoctaciones, consumiciones, desplazamientos y otras partidas». El presupuesto de la competición está cifrado en unos 400.000 euros.

La presentación de la «Torrevieja Cup» 2016 se llevó a cabo con la presencia de representantes de las diversas poblaciones que ejercen como sede, que son Pilar de la Horadada, Rojales, Guardamar, San Miguel de Salinas, Montesinos, Benijófar, y el centro deportivo de gestión privada de Orihuela Costa, que el domingo acogerá las finales.

Junto a los numerosos equipos de la Comarca de la Vega Baja y de la provincia como el Elche y el Hércules, este año llama la atención la participación de cuatro conjuntos japoneses, destacando también el habitual contingente de clubes que proceden de la Comunidad de Madrid y otros equipos de tirón como el Málaga.

Durante los cuatro días que se disputa el campeonato habrá diversas actividades paralelas a los partidos de fútbol, tales como una fiesta o un concurso de «selfies». Además, durante el torneo el respeto y la deportividad serán valores que se tendrán que respetar por encima de cualquier cuestión competitiva.

La Vega Baja se convertirá de esta forma en el centro neurálgico del fútbol base de la provincia de Alicante.