Stephen Curry ofreció en Oklahoma City, sobre la difícil cancha de los Thunder, su mejor recital. Su actuación fue decisiva para conseguir que los Golden State Warriors se convirtieran ayer en el primer equipo clasificado para los cruces que puedan guiarlo hasta un nuevo título de la NBA. El base anotó 46 puntos, incluido un triple ganador con 0,6 segundos para resolver la prórroga (118-121). Pero además estableció con ese último tiro imposible, casi desde el centro del campo, un nuevo récord histórico: 12 triples en un partido.

El armador de los campeones Warriors también rompió su propia marca de más triples en una temporada de la NBA, estirándola hasta 288. Su escuadra suma asimismo un parcial de 53-5, con lo que está en los playoffs a más de un mes de que comiencen. Curry, líder anotador de la liga y MVP de la pasada temporada, tuvo hasta que apelar a la épica, puesto que permaneció fuera de acción casi seis minutos durante el tercer cuarto, a raíz de una leve lesión en el tobillo izquierdo.

Sus números son aún más contundentes si echamos un vistazo a otros históricos del baloncesto. Ray Allen, uno de los mejores tiradores históricos, sólo superó los 10 triples por partido en uno de sus 1.300 encuentros. Curry acumula tres en los últimos diez que ha jugado. Pero es que sólo en la mitad de los partidos de esta temporada ha anotado al menos cinco triples. Otro dato «impropio de esta galaxia»: el base transformó en canasta 35 de los 52 tiros que hizo desde una distancia de 8,5 a 15 metros. ¡105 puntos desde su casa!