¿Cómo se presenta el encuentro de mañana contra el Jumilla?

Va a ser un partido complicado. Es una final, aunque todavía quedarían ocho partidos. Nos enfrentamos a un rival directo y el equipo está mentalizado para hacer las cosas bien. El buen trabajo que hicimos en Zaragoza lo tenemos que refrendar en casa ante un rival complicado.

¿Qué destacaría del conjunto murciano?

El Jumilla se ha reforzado bien en el mercado de invierno. Consiguió muchos puntos en la primera fase de la segunda vuelta. Es un rival directo por la permanencia, aunque tampoco tenemos que olvidar al Jaén, que lo tenemos a tres puntos. Hay más equipos en la pomada por evitar el descenso y nosotros estamos en una situación ventajosa.

Si ganan se alejarían a cuatro puntos del descenso, ¿es un partido definitivo?

Definitivo no va a ser. No hay que olvidar que el Jumilla sumó tres puntos frente a Ribera Navarra y fue capaz de empatarle al Barcelona. Es un rival capaz de todo, que trabaja bien y juega con mucha intensidad, por lo que, aunque ganemos, no será definitivo.

¿El empate de la última jornada en Zaragoza le ha venido bien a la plantilla?

El partido de Zaragoza nos debe ayudar a confiar en nosotros. Supimos llegar con el 0-1 al final, cuando ellos son un conjunto que ha metido cuatro goles, como mínimo, en cada encuentro. Incluso tuvimos opciones para ganar, por eso volvimos un poco triste a pesar del empate. Pero el punto nos sirvió para salir del descenso. Psicológicamente ayuda vernos fuera de los puestos en rojo. Ahora tenemos una final y estamos con muchas ganas de brindarle una victoria a nuestra afición.

¿Qué mensaje y qué espera de la afición franjiverde?

La afición va a jugar un papel importante. Seguro que va a venir gente de Jumilla, pero nuestros seguidores tienen que dar un paso adelante y estar con nosotros a muerte.

¿Sería un éxito conseguir la permanencia en el primer año en Primera División?

El primer año siempre es difícil conseguir la permanencia. Tenemos el ejemplo del UMA Antequera, que fue campeón en Segunda y ahora está colista. La plantilla está mentalizada de que es complicado, pero, al mismo tiempo, responsabilizada y con ganas de conseguirlo.

¿Le preocupa la posible presión que tengan los jugadores por ganar el partido?

Sí que me preocupa eso. El pabellón va a estar lleno y pueden llegar la ganas de gustarse a los jugadores e intentar hacer la guerra por su cuenta. Tenemos que centrarnos en lo que tenemos que hacer y afrontar cada jugada como si fuera la última. Tenemos que ser capaces de aislarnos del ambiente externo, porque eso nos puede hacer que nos peguemos una leche. El Jumilla está bien y debemos centrarnos en el partido. Eso será los que nos llevará a conseguir el éxito.