Un Barcelona de récord, que ha aumentado hasta 29 el número de partidos como invicto, no se fía de las bajas del Celta, que llega al Camp Nou con el recuerdo de sus buenas actuaciones ante los azulgrana. Y es que el Barça ha perdido dos de los tres últimos partidos jugados contra los gallegos. El año pasado, el Celta infligió una derrota en el Camp Nou (0-1), una de las cuatro que cedió en el campeonato. Además, en la primera vuelta, los de Berizzo le dieron un revolcón a los azulgrana, a los que vencieron por 4-1 y encendieron todas las alarmas en el seno del equipo azulgrana.

Pero ahora la historia es diferente. El Barça acumula tres puntos de ventaja sobre el segundo en la clasificación, el Atlético de Madrid, y cuatro sobre el Real Madrid cuando tiene un partido menos que ambos. Además el momento de juego de los de Luis Enrique les ha llevado hasta la final de Copa del Rey -tras apabullar en semifinales al Valencia por un 8-1 acumulado- y a ofrecer un juego muy fiable, especialmente en casa.

La racha de partidos como invicto (29) y que no pierda un encuentro desde el pasado 3 de octubre (2-1 ante el Sevilla) dan una idea del estado de los de Luis Enrique. Para medirse al Celta, el asturiano echará mano de su once de gala, puesto que muchos de ellos descansaron en la vuelta copera ante el Valencia del pasado miércoles. Las principales dudas son las de Leo Messi, que se sometió a una litotricia para solventar un problema renal, y la de Arda Turan, aunque ambos se han ejercitado los últimos días sin problemas.

Precisamente la presencia del turco o del croata Ivan Rakitic es la principal duda de Luis Enrique en el centro del campo. En el resto de posiciones todo parece claro.

Por lo que respecta al Celta, los de Berizzo están reforzados por la imagen ofrecida ante el Sevilla en Copa, pero mermados por la plaga de bajas que ha dejado a Berizzo con sólo 14 jugadores de la primera plantilla.

El descomunal esfuerzo realizado el pasado jueves y la ausencia de tres de los habituales titulares -Sergi Gómez, Iago Aspas y Orellana- obligarán al técnico argentino a realizar rotaciones.