El Orihuela ya no se puede permitir más tropiezos si quiere seguir optando a los puestos de promoción de ascenso. Esta mañana tiene un partido muy complicado en Villarreal, donde se va a enfrentar a un rival directo en esa lucha. El filial del submarino amarillo tiene cuatro puntos más que los oriolanos, por lo que el equipo de Gabi Correa tiene que evitar, a toda costa, la derrota para no ver dañadas seriamente sus opciones.

El propio entrenador del conjunto escorpión ha admitido que espera «un Villarreal con buen trato de balón, con gente dinámica por fuera. Es un equipo joven dinámico y con calidad». Por ello, para tratar de contrarrestar su juego «hemos trabajado jugar con mucha intensidad en la presión, estar con las líneas muy juntas y tener la personalidad y la confianza para quitarle el balón y aprovechar los espacios que puedan generar porque juegan mucho al ataque y pueden tener desajustes defensivos que podemos aprovechar».

Para este partido, el técnico uruguayo del conjunto de la Vega Baja cuenta con las bajas Joaquín Pastor y Pedro Barrancos por sanción, así como la de Rubén por lesión. Además son dudas de Petu y Juanjo debido a unas molestias.