El Orihuela sufrió su segunda derrota consecutiva tras perder por la mínina ante el Alzira en un partido en el que no hubo un claro dominador y en el que la igualdad fue la nota dominante durante prácticamente todo el encuentro. Lo últimos minutos fueron perjudiciales para el equipo dirigido por Gabi Correa, que debió al menos haber conseguido un empate.