El Madrid se levantó tras su traspié ante el Betis en un plácido encuentro frente a un Espanyol con las bajas de sus mejores hombres al que Cristiano endosó un triplete para extender el idilio del equipo con el Bernabéu, que disfruta de goleadas en cada partido.

El equipo blanco estuvo instalado siempre en campo del rival, un Espanyol mermado que miró más el paso de los minutos en el marcador que la portería rival y que se marchó con la misma cara que los jugadores del Deportivo y el Sporting de Gijón. El Santiago Bernabéu, convertido en un fortín donde cada rival es goleado desde la llegada de Zidane.

No se había cumplido el primer minuto y Marcelo ya dispuso de una ocasión clarísima. Era el aviso de lo que esperaba a un Espanyol superado en todas las facetas del juego. No era su día sin futbolistas como Marco Asensio, Gerard Moreno, Burgui o Caicedo, y ya lo sabía antes de comenzar.

Isco rozó un poste y Benzema marcó el primero con un cabezazo tras un preciso centro desde el costado derecho de James.

Cristiano Ronaldo le hizo cinco al Espanyol para silenciar las críticas en la primera vuelta y anoche tenía una nueva cita con el gol. Comenzó marcando un penalti que le hizo Enzo Roco. Arla adivinó la dirección del disparo.

James se sumaba a la fiesta con un lanzamiento desde la frontal que desviaba Pape Diop y el tercero subió al marcador.

El Real Madrid guarda buenas costumbres del pasado y en cuanto tiene espacio para correr lo aprovecha a la perfección. Lo hizo Cristiano Ronaldo para el 4-0 al borde del descanso.

La segunda parte nacía con la duda de la intensidad que marcaría el Madrid a un partido sentenciado. No fue la misma que en el primer acto e incluso el Espanyol rozó el tanto del honor, pero se topó con la firmeza de Keylor. Por alto sacó los centros que llegaron a su área y por bajo respondió a intentos de Óscar Duarte.

De Jesé nacieron los dos goles restantes. El quinto con un pase medido a Cristiano y el último, en una jugada en la que Duarte acabó introduciendo el balón en su propia puerta para cerrar un día para el olvido del Espanyol.

El Real Madrid recupera su mejor versión a la espera de los duelos de altura que ya se acercan.