Hace tiempo que el gimnasio de la pista de atletismo Joaquín Villar se ha convertido en un quebradero de cabeza para los atletas profesionales alicantinos. Pero lo sucedido esta semana va un paso más allá, hasta el punto de que no les ha quedado más remedio que entrenar en la calle. La semana pasada se les avisó de que la instalación iba a ser cerrada por reforma. Más de siete días después nadie ha aparecido por allí y el gimnasio permanece clausurado y acumulando polvo.

Uno de los afectados es Alejandro Noguera, lanzador de peso que aún mantiene alguna opción de competir en los Juegos de Río de este verano y que ayer tuvo que entrenar en la calle. «No nos queda más remedio. Tenemos que mover 200 kilos para trabajar. Hay compañeros que han cambiado su lugar de ejercicio. Nuestra única suerte es que en Alicante no suele llover», lamenta el deportista.

Otra de las atletas que se ha visto afectada por esta situación es la lanzadora de disco María Hernández. «Lo primero que hicieron fue cambiar las máquinas de musculación por otras de peor calidad. Se estropean tanto que ahora están rotas todas a la vez. No tenemos mancuernas, las pesas y las barras se han deteriorado... Es incomodo para nosotros entrenar en estas circunstancias. Hemos tenido que comprar nuestro propio material. Y ahora el gimnasio está cerrado, así que tenemos que ir directamente a la calle», se queja la joven.

Desde el grupo municipal popular también han expresado su opinión sobre este hecho, a través de su portavoz adjunta, Mª Carmen de España: «Pedimos al Ayuntamiento que ofrezca alternativas a nuestro atletas si van a reformar el gimnasio, no que los tengan en la calle. Algunos nos van a representar en los Juegos y no podemos dejarlos así de tirados».