El Real Madrid comunicará hoy oficialmente, tras el estudio radiológico que se realizará a Gareth Bale cuando se rebaje la inflamación en el gemelo, la sexta lesión del galés en el sóleo, su punto débil que corta su momento más dulce en el conjunto madridista. Todo apunta a que el extremo estará unas tres semanas de baja. En cinco ocasiones se ha lesionado Bale el sóleo de la pierna izquierda, la de golpeo. Ante el Sporting llegó la primera vez, en la que fue el derecho el afectado, justo cuando se había ganado el respeto de la afición del Bernabéu que en los últimos partidos premiaba su esfuerzo con ovaciones.

Probablemente sea Bale el futbolista más destacado de la irregular temporada del Madrid. En los últimos encuentros de Benítez fue quien tiró del carro y su rendimiento se ha mantenido con el cambio en el banquillo y la llegada de Zidane. A su triplete al Deportivo le sumó un nuevo tanto de cabeza -es el futbolista que más marca con la testa en la Liga BBVA y en Europa-, antes de que se viese obligado a parar de nuevo cuando se acercaba el descanso.

El calvario de Bale en sus sóleos comenzó un 15 de diciembre de 2013 tras sufrir un golpe en un entrenamiento en la ciudad deportiva de Valdebebas. Estuvo tres semanas de baja, que coincidió con el parón navideño.

Fue el momento en el que comenzó un problema que se convirtió en casi crónico. Sin la recuperación correcta reapareció Bale, todo indica que antes de tiempo, en el primer partido de 2014 ante el Celta. Tan sólo veinte días después recaía de la misma lesión. El 25 de enero se vio obligado a parar en pleno partido ante el Granada. Ocho días más de baja, en una semana importante para el Madrid y que saldó con un empate en San Mamés ante el Athletic y dos victorias coperas ante Espanyol (1-0) y Atlético de Madrid (3-0).

Cuando adquirió continuidad, reaparecieron sus fantasmas. Nada más comenzar un encuentro de Liga ante el Málaga, a los cuatro minutos, Bale sintió el mismo pinchazo en su gemelo izquierdo el 18 de abril de 2015. En esa ocasión fue medio mes su periodo de baja y su ausencia permitió a Ancelotti jugar con cuatro centrocampistas.

Sus percances en la misma zona se dispararon en la presente campaña, en la que ya son tres veces las que ha estado de baja. El 15 de septiembre, en Liga de Campeones ante el Shakhtar, dejó su sitio a Kovacic a la media hora de partido. Fue la ocasión en la que su gemelo más sufrió y necesitó un mayor tiempo de baja. Hasta 18 días fuera de los terrenos de juego estuvo.

Se repitió la historia y al poco de regresar sufrió una recaída en el sóleo izquierdo que no sentó bien en el club blanco. Después de reaparecer en el derbi madrileño del Calderón ante el Atlético el 4 de octubre, jugando tan solo los últimos 25 minutos del empate a uno, se marchó para jugar con su selección dos encuentros completos, ante Bosnia y Andorra, especialmente dañino el último en el que Gales ya no se jugaba nada una vez certificada su histórica clasificación a la Eurocopa 2016. A su vuelta fue sustituido en el encuentro ante el Levante, según Benítez por «fatiga», que horas después pasó a ser un nuevo problema muscular que le impidió jugar el doble duelo por el liderato de grupo de Liga de Campeones ante el PSG francés más los partidos de Liga contra Celta en Balaídos (1-3) y Las Palmas (3-1).

En esta ocasión, cuando mejor era su rendimiento con 13 goles en Liga, llega la primera lesión en el sóleo derecho que le obligó a parar el pasado domingo a los 44 minutos del choque frente al Sporting. Zidane ya admitió que no tiene buena pinta. Comienza a hacerse a la idea de la ausencia del galés en los próximos encuentros ligueros -Real Betis, Espanyol y Granada- con el objetivo de que vuelva a estar al máximo en las primeras citas grandes para Zizou: el Roma y Atlético de Madrid.