Nada más marcar Chechu Flores su decisivo gol en el minuto 75, quiso celebrarlo junto a los aficionados blanquiazules desplazados a la Ciudad Deportiva de Buñol, con tan mala suerte de que una de las vallas cedió y decenas de seguidores acabaron en el suelo. Algunos sufrieron magulladuras sin importancia y los propios jugadores del Hércules se interesaron por su estado. El partido se paró unos cinco minutos mientras los agentes de la Guardia Civil ayudaban a restablecer la normalidad. El choque se reanudó y acbó sin más incidentes. l. v. b.