El Real Betis y el Sevilla disputan esta tarde (18.15, C+L) en el Benito Villamarín la ida de los octavos de final de la Copa del Rey, un derbi que afrontan con la decepción de sus recientes derrotas en la Liga, por lo que la vitoria puede servir de gran bálsamo y la derrota para aumentar la tristeza.

Los eternos rivales siguen en el torneo ligero aumentando las estadísticas que reflejan que los béticos son incapaces de ganar como locales y los sevillistas como visitantes.

Ya en el derbi de Liga disputado hace tres semanas (19 de diciembre) en el barrio de Heliópolis se confirmaron esos datos con un empate a cero y el pasado domingo los verdiblancos cayeron con estrépito ante el Eibar (0-4) y los rojiblancos en Granada (2-1).

Pese a ello, ambos han roto esa tendencia en sus eliminatorias de los dieciseisavos, cuando los de Pepe Mel ganaron en la ida disputada en el Villamarín por 2-0 al Sporting y los de Unai Emery lo hicieron por 0-3 en el campo del Logroñés, con lo que la ilusión de que se repitan esos resultados está en ambos. En cualquier caso volverá a ser un partido intenso, de pasión en las gradas, declarado de alto riesgo y en el que se han distribuido 1.100 entradas para sevillistas en una zona acotada del estadio para la afición visitante.