El domingo se rompió la tensa cuerda que mantenía la directiva y el cuerpo técnico del Eldense liderado por Galiana, originando la dimisión de Antonio Cerdá, delegado y secretario azulgrana.

La espoleta para que dimitiera el domingo Cerdá surge por el despido de Adrián Sánchez, ayudante de Galiana, tras enterarse la directiva de que el propio Sánchez acudió el sábado a presenciar el partido Eldense-Barcelona B: «Me ubiqué en un fondo a donde acudió el preparador físico Joseto para pedirme consejo sobre el Barça B, ya que, aunque no pertenezco al club, si me pide ayuda se la daré como también he hecho con Galiana», afirma Sánchez.

Cerdá no entiende «cómo una persona que ya no pertenece al cuerpo técnico puede seguir pasando informes», y añade: «Aunque tengo potestad para despedir a Joseto prefiero dimitir yo de delegado, aunque sigo ligado al club como directivo», afirma el ya exdelegado del Deportivo.