Barcelona y River Plate se jugarán hoy (11.30/Tele 5) en Yokohama el Mundial de Clubes, un duelo que el equipo español afronta como favorito, pese a la duda de si serán titulares Messi y Neymar, y los argentinos, con mucho corazón y el calor de su hinchada.

El Barcelona aspira a ser el primer equipo que gana tres Mundiales de Clubes -competición que sustituyó a la Copa Intercontinental en 2005- tras alzarse con el trofeo en 2009 y 2011.

A su favor juega no solo la historia, sino también el impecable 2015 firmado por los de Luis Enrique, ya que de cinco títulos disputados han ganado cuatro, y las grandes figuras que integran su plantilla, liderada por Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez, un tridente de ataque espectacular, aunque el argentino y el brasileño están aún en duda para el encuentro de este mediodía.

Messi y Neymar, que se perdieron la semifinal del torneo por un cólico nefrítico y una rotura fibrilar, respectivamente, se entrenaron ayer con normalidad junto al resto del equipo azulgrana, aunque Luis Enrique no quiso despejar la incógnita y se limitó a decir que ambos «se están recuperando».

Con o sin ellos, el entrenador del Barcelona evitó colgarle a su equipo la etiqueta de favorito.

«Nos ponen de favoritos en cada partido, es una vitola que conocemos. Hemos visto que ese favoritismo no siempre lleva a buen puerto y en el fútbol las sorpresas están a la orden del día», dijo.

En la línea de lo que destaca Luis Enrique, en la retina quedan las inesperadas derrotas, en este mismo escenario de Yokohama, del Barça de Rijkaard y Ronaldinho ante el Internacional en 2006 o la más reciente del Chelsea, dirigido entonces por Rafa Benítez, en 2012 ante el Corinthians.

A sorpresas como esas se agarran los jugadores del River Plate, que encaran esta mañana la posibilidad de hacer historia para el club y el fútbol argentino.

El técnico del equipo millonario, Marcelo Gallardo, no quiso desvelar alineaciones ni posibles planteamientos, pero reconoció la exigencia de «jugar un partido perfecto para tener posibilidades, para contrarrestar el grandísimo potencial que tiene el Barcelona a nivel individual y colectivo».

También insistió en que el Barça cuenta con grandes futbolistas y River con «un gran corazón».

La banda contará con las miles de gargantas argentinas que han cruzado el mundo de punta a punta para jalear hoy al equipo en el Estadio Internacional de Yokohama (se calcula que podría haber entre 16.000 y 18.000 aficionados del River en las gradas).

A la emotividad de poder conseguir su primer Mundial ante todo un Barcelona, se une también la de despedir a dos jugadores muy queridos por la afición, Carlos Pato Sánchez y Matías Kranevitter, que jugarán su último partido en el equipo antes de partir al Monterrey mexicano y al Atlético de Madrid, respectivamente.

En el Barça, Luis Enrique podría dar la titularidad en la portería a Marc-André Ter Stegen, portero que jugó de titular la pasada Liga de Campeones y que, por tanto, colaboró a que el Barcelona ganara y permitió que esté ahora en Japón. No se esperan más cambios salvo los previstos y obligados si Messi y Neymar se recuperan.