El Crevillente despidió el año con un empate a cero que hace justicia debido a las escasas ocasiones de ambos conjuntos. La anécdota del encuentro se produjo a cinco minutos de arrancar el partido cuando un temblor de 3,6 hizo temblar el campo municipal Enrique Miralles. A pesar del susto, el último partido del año se desarrolló sin mayores consecuencias.