El argentino Leo Messi y el brasileño Dani Alves fueron los grandes ausente en el entrenamiento de ayer de la primera plantilla blaugrana para preparar la final del Mundial de Clubes de mañana (11.30/Telecinco) ante River Plate, mientras que su compatriota Neymar sigue con su recuperación de cara a poder disputar esa lucha por el título.

Messi se quedó sin jugar la semifinal ante el Guangzhou a última hora por sufrir un cólico nefrítico, que le podría apartar incluso de la final, aunque el delantero fue optimista el jueves, indicando en Facebook que esperaba estar «al cien por cien».

Tampoco pudo entrenar el lateral, quien con un golpe en el pie también se quedó en el hotel de concentración blaugrana, aunque no parece que sea nada grave, ni su compatriota Douglas.

Neymar, por su parte, siguió haciendo trabajo de recuperación y todo apunta, visto que el jueves estuvo incluso en el banquillo, aunque no disponible, y no en la grada, que podrá estar a disposición de Luis Enrique mañana tras recuperarse de la lesión fibrilar en el aductor de la pierna izquierda que se hizo en el entrenamiento previo al partido ante el Bayer Leverkusen la semana pasada.

La sesión fue eminentemente de recuperación para los titulares en el triunfo sobre el campeón asiático (3-0), y es que poco más de 12 horas después de superar al Guangzhou los de Luis Enrique llevaron a cabo una suave sesión para los titulares y, los que no salieron de inicio, trabajaron más intensamente pensando ya en River.

Los millonarios toman Tokio

Centenares de hinchas del River Plate tomaron ayer el conocido cruce de Shibuya de la capital nipona, dos días antes de la final.

Los aficionados millonarios tiñeron de blanco, negro y rojo la plaza situada frente a la estación de trenes de Shibuya y los cinco pasos de cebra que atraviesan el cruce frente a la misma, famoso por ser uno de los que tiene más tránsito de peatones del mundo.

Los hinchas entonaban cánticos como «Vamos River Plate» o «Este domingo vamos a ganar» mientras agitaban banderas y bufandas y se hacían fotos en este llamativo escenario de pantallas gigantes, rótulos de neón y luces navideñas, todo ello ante la atónita mirada de los viandantes nipones.

Unos 15.000 gallinas, como también se conoce a los seguidores del River, se han desplazado a Japón para apoyar a su equipo.