La plantilla del Alcoyano encaró cabizbaja el acceso a los vestuarios el pasado domingo pese a sellar una importante victoria contra el Pobla de Mafumet, que mantiene al equipo a escasos tres puntos de la zona de promoción que marcar el Cornellà.

La autoestima de los futbolistas decreció notablemente al constatar como un amplio sector de la afición comenzaba a silbar cuando apenas se habían disputado tres minutos del segundo acto. El público no digirió de buen grado que el rival, en inferioridad numérica, rozara el empate en el arranque de la segunda parte.

Pese a la victoria, el extremo Alfaro -el más destacado del equipo- optó por retirarse del campo mientras la mayoría de compañeros cumplía con el protocolario saludo desde el círculo central. El onubense dejó claro en su cuenta de Twitter a quién iba dirigido el desenlace. «Victoria dedicada para los que nos apoyan a pesar de las adversidades. Gracias por estar ahí».

El entrenador, Andrés Palop, excusó el gesto de Alfaro argumentando que «es normal que les duela, es tu público, es tu gente. Es como si tus padres te estuvieran recriminando. No se puede faltar al respeto a nadie y si algo no gusta hay que protestar, pero hay que educar a la gente a que lo haga después del partido», apuntó el técnico de L'Alcúdia.

Palop desveló asimismo que «los jugadores no han valorado la victoria contra el Pobla de Mafumet y es injusto después de lo que venimos trabajando y sufriendo. Estamos en El Collao y el equipo de fuera debe notar que la afición no deja de apretar aunque estemos pasando dificultades», concluyó el exportero.