Los Warriors de Golden State perdieron el ritmo de la competición y fueron sorprendidos por los Bucks de Milwaukee, que les detuvieron su racha histórica de 24 triunfos seguidos en inicio de temporada.

El pívot Greg Monroe se convirtió en la figura de los Bucks al conseguir 28 puntos, 11 rebotes y cinco asistencias que permitieron a su equipo dar la gran sorpresa de la jornada de la NBA al vencer 108-95 a los Warriors y quitarles el invicto.

El cansancio del partido disputado la pasada noche ante los Celtics de Boston, en doble prórroga, la falta de acierto en canasta y el protagonismo de Monroe acabaron con la racha de 24 victorias que tenían los Warriors, actuales campeones de la NBA.

Los Warriors (24-1) dejaron en 28 triunfos consecutivos la racha de partidos ganados desde el final de la pasada temporada, que es la segunda mejor en la historia de la NBA tras superar la pasada noche los 27 que compartían con el equipo de los Heat de Miami de la 2012/13.

Pero no pudieron alcanzar la mejor marca de todos los tiempos que sigue en poder del equipo de Los Ángeles Lakers de la temporada de 1971/72 cuando consiguieron 33 triunfos seguidos.

La derrota fue asumida por el base estrella de los actuales campeones de la NBA, Stephen Curry, como la consecuencia de no haber jugado bien durante todo el partido.

«No hay que buscarle excusas ni cosas raras, simplemente no jugamos bien los 48 minutos y ellos lucharon todo el tiempo e hicieron mejor las cosas», declaró Curry al concluir el partido en el volvió a ser el máximo encestador del equipo al conseguir 28 puntos, siete rebotes y cinco asistencias.

Curry, que jugó 35 minutos después de que la noche anterior tuvo que hacer frente a un partido de doble prórroga ante los Celtics de Boston, dijo que el cansancio podría haber influenciado algo en el rendimiento individual, pero el problema estuvo en el colectivo.

«Ellos hicieron un gran partido, tuvieron siempre mentalidad ganadora y lucharon», valoró Curry, que anotó 10 de 21 tiros de campo, incluidos 2 de 8 triples.

Los Warriors promediaban 13 triples por encuentro antes de enfrentarse a los Bucks, que estuvieron la mayoría del partido con ventaja de al menos 10 puntos.

«Mostramos algunas buenas rachas en busca de volver al partido. Los frenamos en ocasiones. Pero no creo que nadie pueda decir que jugamos bien», reconoció Curry.

Sin embargo, la derrota no les ha impedido tener ya la mayor racha de triunfos seguidos al comienzo de temporada en la historia del deporte profesional de Estados Unidos, y la segunda con 28 victorias consecutivas al sumar las últimas de la pasada.

«Bueno, sabíamos que la racha iba a terminar en algún momento», publicaron los Warriors en su cuenta de Twitter.

Se quedaron a cinco de empatar la mejor marca de todos los tiempos, los 33 que consiguió el equipo de los Lakers de Los Ángeles en la temporada de 1971/72.

El entrenador interino de los Warriors, Luke Walton, admitió con total deportividad que lo que hicieron en el campo no les bastó para seguir invictos.

«Esta noche no lo logramos», declaró Walton, que ha debutado en la NBA para ocupar el puesto de Steve Kerr, que se recupera de una doble operación de espalda.

Los Bucks apostaron por un buen desempeño colectivo. Cada vez que Golden State se acercó en el marcador, Milwaukee encontró una respuesta.

Si los Warriors no encontraron la fórmula para ampliar su invicto, los Spurs de San Antonio encontraron una que les permitió desarrollar un juego de defensa de alta clase, con la que derrotaron como visitantes por paliza de 78-103 a los Hawks de Atlanta. El alero Kawhi Leonard logró 22 puntos.