Luis Miguel Garrido aterrizó en Alcoy en 2004 para fichar por el Alcoyano, club al que perteneció durante cinco temporadas. Concluido el ciclo como central blanquiazul decidió no variar la residencia pese a transitar después por clubes como el Gandía y el Dénia hasta colgar las botas el pasado curso con el Muro a los 43 años.

Garrido, formado como director deportivo, optó por dejar el verde y pasar a los despachos atraído por la propuesta de su amigo y presidente del Olímpic Kike Alcázar, también con pasado alcoyanista. Ahora le toca vivir la experiencia de reencontrarse con El Collao como dirigente. «Es una cita especial para mí. Como jugador la última y única vez fue con el Gandía, un día muy emotivo. Ganamos 0-1, a ver si se puede repetir ese resultado el domingo».

Garrido se refirió a la mala racha de resultados de su exequipo como «el bache que tienen todos los equipos durante una temporada y luego pasan. El Alcoyano tiene un equipazo y un gran técnico», dijo.

Por el contrario, confirmó que el Olímpic atraviesa por el mejor momento del curso. «Llevamos cinco semanas sin perder. Nuestro principal hándicap está siendo los partidos de La Murta, de hecho el pasado domingo ganamos el primero contra el Atlético Levante. Las sensaciones que tiene el equipo fuera de casa son buenas», concluyó.

En otro orden de cosas, el Alcoyano celebra junta de accionistas en la Cámara de Comercio (20.00). Se dará a conocer el balance económico y el presupuesto de la campaña actual.