­El Torrevieja jugó por momentos un partido vistoso pero pagó caro su falta de puntería y se hunde en la tabla. El equipo salinero parecía haber encontrado en los primeros compases el equilibrio entre futbolistas creativos y otros de perfil destructivo, y arrancó aplausos en la primera parte con acciones colectivas y de futbolistas como Higón, cuya aportación fue notable, y Rubén Suárez, que pusieron a prueba a Borja, meta que pareció un tanto indeciso en el comienzo pero que se afianzó conforme pasaban los minutos. El único pero al inicio del equipo fue que, junto con a evidente falta de remate, se concedieron demasiadas llegadas al rival.

En la primera parte el Torrevieja dominó y creó múltiples opciones, pero el Paterna no se amilanó. Los visitantes llegaron la mitad de veces al área que los salineros, lo cual supuso no obstante 4 acercamientos para el cuadro valenciano que tanto su inocencia de cara a puerta como los reflejos de Serna desbarataron. En una acción en la que el público reclamaba fuera de juego, David Gil anotaba, ya que el linier estimó que el defensor habilitaba la posición del punta gualdinegro. Se había completado un primer acto en el que el Torrevieja se asoció bien por dentro, pero le faltó profundidad para hacer daño. Además, se entró bien por banda, pero tanto Luis Carlos en la izquierda como Vicente Boix por la derecha echaron en falta un compañero para trazar la pared y poder ganar la línea de fondo para que el posterior centro fuera mortal. El 0-1 en el momento psicológico, antes del descanso, presagió un oscuro panorama que fundió a negro para el cuadro de la Vega Baja conforme avanzaba la segunda parte en una fría tarde.