El clásico del fútbol español ofrece en su primera entrega, en el estadio Bernabéu, un duelo que marcará a Rafa Benítez en el banquillo blanco y el reencuentro de los dos mejores tridentes del mundo: Bale-Cristiano-Benzema contra Messi-Neymar-Suárez. Las lesiones de Bale y Benzema por bando madridista y de Messi por el azulgrana, han privado a los dos grandes del fútbol español de disfrutar de referentes de sus plantillas buena parte de la temporada. Vuelven los mejores tridentes ofensivos del mundo justo a tiempo.

Se presenta en la «casa blanca» en el momento más delicado de Benítez desde que llegó al Madrid. La imagen conservadora dejada en el Calderón, para acabar cediendo un empate, y la derrota de Sevilla, la primera que encaja en la temporada, pero sobre todo la pobre imagen dejada en la segunda parte del Pizjuán, han sembrado una duda que el técnico tiene que despejar.

Se espera su once y la mentalidad con la que el Madrid salga en el duelo ante su eterno rival. Benítez lo sabe y lanza un mensaje de fútbol ofensivo en rueda de prensa pero dentro maneja aspectos puramente deportivos y estadísticos. Las altas esferas del club y la afición se mueven en otros parámetros. Una nueva suplencia del colombiano James o la ausencia en punta de Benzema por la búsqueda de mayor equilibrio desatarían la crítica si el resultado no es favorable.

Pero Benítez tiene tablas y sabe el terreno que pisa. Cada derrota es un terremoto en el Madrid y es consciente de lo que provocaría encajar dos seguidas. Por primera vez en meses dispone de toda su plantilla. Enfermería vacía y jugadores para elegir en función de cansancio, ritmo de competición y molestias que aún arrastran. La duda a despejar que define el puzzle la representa el brasileño Casemiro. Su presencia o ausencia es un mensaje. Ha jugado los nueve últimos partidos de titular y se ha ganado el puesto.

Con toda la plantilla a su disposición por segunda vez en la temporada, todo indica a que Benzema será suplente. Los temas extradeportivos que le acechan pueden invitar a esa decisión a Benítez, que sabe que con el francés en el campo su equipo gana. Fija a los centrales, da libertad a Cristiano y sus desmarques de arrastre también son aprovechados por Bale. La BBC volverá a juntarse durante el clásico, no parece que de inicio.

Sí estarán en el once titular Keylor Navas, recuperado de su sobrecarga muscular, y el capitán Sergio Ramos. Con Marcelo recuperado en el lateral izquierdo y un pulso en el derecho que puede caer del lado de Carvajal en detrimento de Danilo. El laberinto de Benítez se inicia en el centro del campo. Con Modric fijo hay dos plazas para cuatro jugadores: Casemiro, Kroos, Isco y James. El colombiano reapareció en Sevilla y dijo que estaba para hacerlo antes. Lo demostró con su nivel y jugando dos partidos completos con su selección.

El Madrid buscará el liderato de Liga con el triunfo. Con el Bernabéu completamente lleno por segunda vez en la temporada (la primera fue ante el PSG) y un dispositivo especial reforzado de seguridad. Los atentados de París alrededor de Saint Denis y el objetivo de explotar las bombas dentro del estadio generan alarma en todo el mundo. La policía y fuerzas especiales de seguridad dará forma al clásico más seguro con la colaboración de los aficionados que deberán estar hasta tres horas antes en el estadio.

Mientras, el Barça visita el Bernabéu dispuesto, con Messi o sin él, a asestar un golpe al Madrid que, aunque no sería ni mucho menos definitivo a estas alturas del campeonato, le permitiría consolidarse en el liderato y distanciarse en seis puntos de su gran rival. El conjunto azulgrana llega al primer clásico de la temporada encabezando la clasificación y con la sensación de haber recuperado muchas de las virtudes que le permitieron lograr otro histórico triplete el curso pasado. Una de ellas es la solidez defensiva, que los catalanes han conseguido recobrar las últimas semanas. Y es el que el Barça ha mantenido la portería a cero en los últimos cuatro partidos y solo ha encajado un gol en los últimos seis.

El cuadro catalán vive pendiente de Messi. Pero lo cierto es que, desde que el argentino se rompiese el ligamento lateral de su rodilla izquierda hace ocho semanas, el equipo ha funcionado casi a la perfección, salvo el tropiezo del Pizjuán. Sin el argentino, Neymar y Luis Suárez han explotado todo su talento y capacidad de liderazgo. Entre los dos han marcado 16 de los últimos 19 goles del Barça.