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Ovación a Piqué

El catalán empieza el partido recibiendo pitos y acaba aplaudido por el Rico Pérez

Piqué agradece con la mano el apoyo que recibió de la grada del Rico Pérez durante el España-Inglaterra. jose navarro

Uno de los puntos de interés en el amistoso España-Inglaterra era saber la postura que iba a tomar la grada del Rico Pérez con Gerard Piqué. El central catalán está envuelto en los últimos tiempos en un absurdo debate que divide a los aficionados de la Roja sobre su figura. En Alicante hubo de todo para el azulgrana. Comenzó recibiendo fuertes pitos y acabó recompensado con una sonora ovación. Vivió una noche con final feliz en el estadio blanquiazul.

La jugada clave del encuentro para Piqué llegó en el minuto 68. El defensa del Barcelona interceptó un peligroso ataque de la selección inglesa dentro del área defendida por Casillas. Un cruce oportuno al que siguió una salida limpia de balón, con un cambio de orientación buscando la banda izquierda. Esta afortunada intervención del culé le llevó a ser reconocido por la grada con una de las ovaciones de la noche. El futbolista agradeció los aplausos con un gesto con la mano dirigido hacia los espectadores alicantinos.

Este lance fue la culminación al partido de Piqué, que llevaba tiempo cambiando los pitos que recibió al principio por aplausos. De la división de opiniones se pasó a la ovación cerrada y a los gritos de «¡Piqué, Piqué!». Capítulo aparte merece el comportamiento de los aficionados ingleses, que apoyaron en todo momento al del Barcelona, quizá para llevar la contraria a los españoles, quizá como un paso más de la particular juerga que están viviendo estos días en Alicante.

La actuación de Piqué despertaba morbo desde el principio. Cabe recordar que en su momento se dijo que este España-Inglaterra se iba a disputar en principio en el Santiago Bernabéu y que la Federación decidió cambiar de escenario y traer el encuentro al Rico Pérez para proteger al catalán de la afición madrileña. Aunque el seleccionador Vicente del Bosque aseguró que no era verdad, algún diario de tirada nacional recordó este asunto en su previa del partido.

Piqué recibió pitos desde antes de que comenzara el encuentro, cuando su nombre fue anunciado por megafonía. Cierto es que otros jugadores como Jordi Alba, Cesc Fàbregas o Diego Costa tampoco recibieron grandes vítores. Los más aplaudidos al citarse la alineación fueron Iniesta y Del Bosque. España sacó de centro y el balón fue hacia atrás, a los pies de Piqué, fuertemente pitado en su primer contacto con el esférico, del mismo modo que en los siguientes toques que dio, incluso al sacar de banda. Con el paso de los minutos fueron remitiendo los pitos y subiendo las palmas, hasta el punto de llegar al descanso con cierto equilibrio. Hubo que esperar a la segunda parte para que ganaran los aplausos.

Llama la atención la tranquilidad con la que se desenvuelve Piqué sobre el terreno de juego, sobre todo cuando el ambientes es más hostil hacia él. El central estuvo muy comunicativo con sus compañeros de zaga, tanto con el alicantino Mario Gaspar, que jugó a su derecha, como con Bartra y Jordi Alba, también compañeros en el Barcelona. Piqué corrigió en algunos lances a Bartra, uno de los destacados, e intercambió impresiones con Busquets, sabedor de que son los jefes del pasillo de seguridad de la Roja a la espera de que Sergio Ramos sane su maltrecho hombro.

Finalizado el encuentro la selección española abandonó rápido la ciudad en un vuelo hacia Madrid. Piqué no pudo disfrutar de la noche alicantino pero se llevó el reconocimiento del Rico Pérez.

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