La falta de gol continúa siendo un grave problema para el Alcoyano, que parecía haber roto con el maleficio tras imponerse en el feudo del Valencia Mestalla con dos goles de Alfaro. Nada más lejos de la realidad.

La visita del Huracán destapó de nuevo el talón de Aquiles del equipo de Palop incapaz de sellar los tres puntos pese a gozar de una enorme oportunidad a puerta vacía. En esta ocasión, la tercera de la temporada, le tocó el turno al extremo Mustafá. Con todo el marco para él elevó excesivamente el balón y tras impactar en la parte superior del larguero acabó en las manos del portero Paco para desesperación de la grada.

Por suerte, el club rojiblanco tampoco anduvo fino en los metros finales o para ser exactos el portero Marc Martínez volvió a dar muestra de su seguridad bajo palos abortando los duros disparos de Peris y del omnipresente Jandro.

Los futbolistas del Huracán aparcaron en el vestuario los problemas económicos y complicaron la primera parte al Deportivo, que apenas encontró fisuras para penetrar en el área de Paco salvo con algunos centros que no encontraron destinatario.

Los valencianos, bajo la batuta de Jandro, movieron el balón con fluidez aunque tampoco pusieron en aprietos a Marc Martínez.

El conjunto de Palop perdió por completo la batalla en la medular y mantuvo el desacierto en las acciones a balón parado, otro aspecto que lastra la falta de efectividad.

Además, Abraham y Fran Miranda fueron amonestados antes del descanso y no jugarán el próximo domingo el derbi contra el Eldense (17.00).

El Alcoyano arrancó el segundo acto con mucha más intensidad. Alfaro en inmejorable posición dentro del área no conectó en la frontal del área pequeña con el balón servido por Mode. En pleno dominio local Espín salvó in extremis el disparo de Abraham dirigido al fondo de la red.

El Huracán pudo marcar en un contragolpe que no culminó Jandro en inmejorable situación. Paco, después, evitó el gol de Alfaro metiendo la manopla junto al poste para enviar a córner un balón que se había envenenado tras impactar en un defensor.

La incorporación de Carles Salvador aclaró algo más las ideas en ataque. Suya fue la asistencia entre líneas a Rubén Ramos que acabó en las botas de Mustafá. La grada ya cantaba el gol pero el extremo erró a puerta vacía.

Con el partido roto en los minutos finales Marc Martínez se encargó de evitar la derrota abortando los duros lanzamientos de Peris y Jandro.