El Vulcanizados Alberola sigue negado ante su afición. Ayer perdió por 1-6 ante un Peníscola que supo manejar mejor el partido y explotar a la perfección sus virtudes sobre la cancha del Esperanza Lag. Ante un directo rival, dobló la rodilla.

Ambos equipos llegaban al pabellón ilicitano con el objetivo de lograr una necesitada victoria y fiel reflejo de ello fue el inicio frenético que tuvo el partido. El equipo franjiverde no se anduvo con rodeos y fue el primero en avisar al portal rival con varios disparos del ilicitano Óscar. Y, sin embargo, el infortunio se cebó de nuevo con los de Cobeta y el Peñíscola se adelantó, en el minuto 10, merced a una falta ejecutada por el pacense Juanqui que se desvió hacia la portería de Varilla. Lejos de desistir, el Elche lo intentó todo, pero no cristalizó sus ocasiones y el equipo del Baix Maestrat encaró el descanso con ventaja en el luminoso.

Tras la reanudación, con desventaja en el marcador, los ilicitanos se plantaron a media pista de manera insólita, mientras el Peníscola tocaba y tocaba a placer.

Así pues, el pivot pacense Juanqui hizo sangre de unos locales heridos y abrió brecha en el electrónico con dos dianas. Tras el tercer gol, Cobeta no se lo pensó y comenzó a jugar de cinco con Jesús García, pero no daba con la tecla para abrir la férrea defensa castellonense y tan sólo Kiwi, sin el portero-jugador en escena, pudo recortar distancias, aunque ya sin tiempo para la remontada.

Juanqui facturó su goleada particular en los últimos instantes y Verdejo y Galán hicieron sangre del ánimo local. Jesús García acabó expulsado y el equipo local impotente ante el mejor juego de un rival que terminó jugando a su antojo.