Un doblete de Alcácer y otro de Parejo, a los que sumó Mustafi en el recta final, activaron al Valencia en su lucha por no descolgarse de la zona alta, en un duelo muy trabajado del equipo valencianista, al que su efectividad le bastó para superar al Celta de Vigo (1-5), que encadena su tercer partido sin ganar ante su afición.

El Valencia se presentó en Balaídos con la lección aprendida: defender y contragolpear. Y la táctica le funcionó. Un formidable pase al espacio de Parejo resuelto con calidad por Paco Alcácer, inalcanzable en la carrera para Fontás, puso por delante al equipo de Nuno Espírito Santo antes de alcanzar el primer cuarto de hora.

Después de que Nolito pidiese penalti por un posible derribo de Rubén Vezo, el capitán celeste Augusto Fernández logró la igualada: saque de esquina que ejecuta Nolito, cabecea Tucu Hernández, peina Wass y Augusto, sólo en el segundo palo, empuja al fondo de la red, con Gayá bajo palos evitando su fuera de juego.

El gol animó al Celta, que se lanzó a por el segundo, el cual pudo encontrar si el colegiado Vicandi Garrido concediese la ley de la ventaja cuando Nolito, después de una falta de Javi Fuego sobre Hernández al borde del área, se quedaba sólo ante Doménech.

El Celta era el que más lo buscaba, pero al filo del descanso André Gomes forzó una falta al borde del área. Parejo, con un sutil toque, colocó el balón en la escuadra de Sergio Álvarez para castigar a su rival.

Un castigo que se agrandó al minuto de la reanudación después de un monumental error de Jonny, quien al querer cederle el balón a su portero le pasó el balón a Alcácer, que no perdonó.

Siguió intentándolo el Celta y pudo engancharse en tres minutos, en los que Aspas se encontró con el poste, Doménech evitó el gol de Nolito y Fontás, en inmejorable posición, remató alto.

Perdonaron los vigueses y su rival no lo hizo, de nuevo tras otro rápido contraataque, culminado esta vez por Parejo, para matar definitivamente el duelo.