El Orihuela ya no tiene margen de error. Su visita esta mañana a Castellón es quizás la última oportunidad que le queda para demostrar que es capaz de poner fin a su crisis deportiva e iniciar el camino hacia los puestos altos de la tabla. El Castellón es un rival directo en la clasificación, aunque se trata de un histórico que, como le pasa al equipo oriolano, no está respondiendo a las expectativas. Ambos equipos llegan a este enfrentamiento en una situación parecida, aunque los locales cuentan con una ventaja de tres puntos.

El Orihuela no gana a domicilio desde el pasado 6 de septiembre y el Castellón no vence en su terreno desde el 30 de agosto, lo que hace que el choque sea muy importante para ambos y que no exista tregua alguna. Sin embargo, la moral de ambos puede es distinta. El equipo castellonense llega de ganar en Torrevieja, mientras que los escorpiones sufrieron una dolorosa derrota ante el Ilicitano.

Los oriolanos afrontan el encuentro plagados de bajas. Hasta cinco ausencias puede tener Gabi Correa. El delantero Kike Espinosa por una lesión en la rodilla, el centrocampista Theo por sanción y el lateral izquierdo Franco por lesión, son bajas seguras. Son duda hasta última hora como el atacante Pedro Barranco y el central Pablo.