Nada de crisis a los 40. Cuando el pasado 6 de agosto, Jesús Fernández (Villena, 1975) cumplió dicha edad, uno de sus deseos fue continuar en el Covirán Granada. Meses atrás había contribuido al ascenso de categoría y se le presentaba la oportunidad de estrenarse en una categoría que no había pisado. Acabó renovando.
La razón principal fue su motivación por ayudar al club en todo lo que necesite.«Hablé con el presidente hace dos temporadas y le dije que quería participar», comenta Jesús Fernández. Fue la tercera etapa en Granada y el año en la Liga EBA fue tan exitoso que, además del ascenso, él fue condecorado con el premio al mejor baloncestista de la competición. Entonces, jugador y directivo se sentarion de nuevo a hablar. En esta ocasión, Óscar Fernández tuvo que convencer al alicantino de que su continuidad en el equipo era vital. Le hizo caso y aún lo celebra. «Es un regalo jugar ante 2.200 personas en el Palacio de Deportes. Además, mi reto es devolverle a la gente de Granada todo el cariño que me da desde que llegué en 2003», afirma.
Decir Jesús Fernández en la ciudad de la Alhambra es lo mismo que referirse al «americano» de Villena. «Creo que me llaman así aquí porque siempre que llegaban americanos de referencia para mi posición terminaba jugando yo», reflexiona Fernández. La afición nazarí no ha sido la única en valorar su rendimiento.
Precisamente, acaba de ser elegido mejor jugador de la tercera jornada de la LEB Plata. El veterano deportista rindió a gran nivel de cinco y de espaldas al aro. Tuvo 31 de valoración al firmar 21 puntos con un 3 de 5 en lanzamientos desde más allá de la línea de 6,75 metros (60%) y dos tiros libres. Además, de los 42 rebotes que capturó el Coviran Granada, 15 recayeron en las manos de Jesús Fernández, que culminó su actuación con cuatro asistencias. Pero su aportación va más allá. Empezó con el pitido inicial en el debut y va a más. Promedia 29 minutos, 18 puntos y 11 rebotes. Lo curioso es que hace meses lideró al Granada siendo el mejor jugador en la Liga EBA.
¿Cuál es su secreto para seguir en forma a esta edad? «Uno se conoce el cuerpo a la perfección y sabe lo que puedes hacer en la recuperación y alimentación. Toda la vida he sido un jugador pesado con 115 kilos. En estos momentos, estoy en 106», describe.
Si alguien le ayudó a cambiar su mentalidad, ése fue Sergio Valdeolmillos. «Me amuebló la cabeza. Estuve ocho años con él y pasé de ser rígido a ser versatil. Esto y otras cosas me hacen pensar que nunca me retiraré. Seguiré jugando con los amigos», añade.
