El tenista balear Rafael Nadal, número ocho del mundo (aunque será quinto el lunes), cayó ayer eliminado en semifinales del Másters 1000 de Shanghái, tras plantar cara pero no poder superar al francés Jo-Wilfried Tsonga (16), que se impuso por 6-4, 0-6 y 7-5, y se medirá con Djokovic en la final.

El tenista balear se descentró durante seis juegos en el primer set, pero se rehizo en el segundo y lo ganó sin dar tregua al francés, que no volvió a marcar un punto hasta el 1-1 de la tercera manga, y se mostró rabioso cuando el español evitó que le adelantara y se le puso por delante en 2-1.

Sin embargo, aunque Nadal tomaba la iniciativa y se ponía un punto por delante una y otra vez, enseguida Tsonga le fue igualando, en una batalla trepidante e igualada punto por punto, hasta que el francés arrancó la victoria tras dos horas y 14 minutos.

Nadal, que firmó ayer su victoria número 300 en un Másters 1000, concluyó así, en cualquier caso, dos buenas semanas para afrontar con más optimismo el final del año, tras llegar a la final en el Abierto de Pekín y a semifinales en el torneo shanghainés.

«He perdido contra un tenista que ha jugado muy bien, y le felicito», afirmó, aunque sólo «fue un poquito mejor que yo, no mucho, pero sí un poquito, y por eso está en la final», dijo. De hecho, destacó: «sólo he perdido el servicio tres veces en todo el torneo» de Shanghái dos hoy (por ayer) y una más en su partido contra el croata Ivo Karlovic, lo que significa que estoy jugando bien, con la determinación adecuada».

El tenista, que estará en Mallorca varios días antes de competir en Suiza, se mostró convencido de que en Shanghái ha hecho «muy buen torneo». De su derrota aseguró: «no ha sido ni por ansiedad, ni por haber tomado malas decisiones, ni por haber jugado cobarde. He he hecho lo que creía que tenía que hacer, he tenido la cabeza bien como para rectificar después de los primeros seis juegos, y he cogido la iniciativa».

Lo más importante para Nadal ha sido así comprobar que está en camino de recuperar su mejor juego, y que a pesar de la temporada de altibajos de este año, se ha vuelto a posicionar como quinta raqueta mundial y está además prácticamente clasificado para la Copa Másters de Londres. «Después de un año que evidentemente no está siendo el mejor posible, a estas alturas estar el quinto significa cosas muy positivas», celebró.