La moda de los torneos de los más pequeños sigue al alza y de ahí que aterrice en Alicante. La semilla se plantó en Brunete en 1992, un año deportivo grande para España por las Olimpiadas de Barcelona. La sede del torneo nacional alevín de fútbol 7 fue el pueblo madrileño hasta 2009. Un año más tarde cogió el testigo Coruña y las siguientes ediciones se han disputado en Andalucía, menos la última que tuvo lugar en la Ciudad Deportiva del Villarreal.

Alicante se ha movido para que los niños también tengan su protagonismo y, fundamentalmente, se formen en valores. Con esa intención se presentó ayer en el Rico Pérez la Liga Promesas Ciudad de Alicante. Se trata de un proyecto ilusionante, que viene a reforzar la tarea educativa que ha desarrollado durante tantos años la escuela municipal de la ciudad.

«Aquí lo importante no van a ser los que ganen, sino que los chavales compitan conscientes de respetar al rival, de cuidar la nutrición, de ser buenos compañeros», reconoció Miguel Ángel Sánchez, uno de los promotores del evento. Un detalle digno de halago es que antes de todos los encuentros los árbitros darán pequeñas charlas para que se respeten las reglas del juego.

La Liga va a ser complementaria a la competiciones federativas (donde no participan críos de 4 años, en muchos casos, por falta de campos de fútbol) y va a contar con cerca de 15 equipos. Entre ellos, Barrio Obrero, Racing Acra, San Blas, Alicante y Hércules. Habrá colegios como Florida y San Fernando. El número de niños aproximado que tomará partido será de 200. Está previsto que la pelota eche a rodar en octubre y el sistema de partidos será de ida y vuelta. Como guinda, para motivar más a los más pequeños, se pretende convocar un torneo clausura.