Rafa Benítez, entrenador del Real Madrid, volvió a dejar ayer, antes del encuentro de esta noche (21.00/C+ Partidaz0) de los blancos en San Mamés, un mensaje de cariño al portugués Cristiano Ronaldo, entregándole el liderazgo y calificándole de único «indiscutible» de la plantilla.

«Aquí hay un jugador indiscutible, que es Cristiano, y desde ahí muy buenos futbolistas que tienen que dar el máximo», aseguró Benítez, sin ser preguntado específicamente por Cristiano Ronaldo, al responder a una pregunta sobre la forma de decidir los convocados de cada jornada.

«Valoramos que estén mejor o peor para un partido. No es una cuestión solo de entrenamientos, se suma la calidad, potencial y experiencia del jugador. La primera sensación que cuenta para los técnicos es verlos entrenar y desde ahí analizamos todos los aspectos», añadió.

Tras esas palabras a Cristiano no tardó en ser preguntado Benítez por el galés Bale, al que desde su primer día en el Real Madrid le dio un trato especial.

«Hablo parrafadas con él en inglés y entiende que tenemos que ser competitivos. No olvido que este es un grupo especial con jugadores de tanto nivel que no es fácil, pero lo tienen bastante claro. Saben que Cristiano es un jugador que marca la diferencia y consigue 60 goles por temporada y eso es un añadido que hace más fuerte al grupo», afirmó.

Las rotaciones por las que está apostando Benítez de momento no afectan a Cristiano Ronaldo. El técnico madrileño no descartó que le toque descansar un día, pero aseguró que en este momento está en perfectas condiciones físicas.

«Cada jugador depende de sus características, de cómo gestiona esfuerzos y partidos. En el caso de Cristiano, los números que tenemos ante el Espanyol muestran que fue el que más rápido corrió y con mas intensidad, pero que para y gestiona bien sus esfuerzos. Depende de los partidos, hablaremos con él y lo valoraremos, pero a día de hoy está bastante bien», zanjó.

Descartó Benítez que «en ningún momento» pensase «en favorecer a nadie que no sea el equipo» cuando cambió la demarcación de Bale y admitió que todo lo hace para «sacar máximo rendimiento» y «dar valor a un jugador que mete 60 goles» como Cristiano.

Los récords no obsesionan al técnico, que dejó claro lo que desea: «No tengo ninguna obsesión con que el equipo no encaje goles, lo que quiero es jugar bien, meter goles, ganar y, si se puede, no encajar. Estoy más feliz si Cristiano mete goles y Keylor no encaja, pero la prioridad tiene que ser competitivos para ganar y si nuestros jugadores además consiguen récords, aún más feliz».

Y se mostró comprensivo con los silbidos que sonaron en el Santiago Bernabéu al final del encuentro ante el Granada: «Son muchos años en el Bernabéu viendo partidos. El público exige a sus jugadores correr, trabajar y esforzarse al máximo y luego utilizar la calidad que tienen».

«Las jugadas de gol del Granada fueron todas por errores nuestros, por decisiones poco acertadas que supusieron su peligro», afirmó el entrenador de los blancos.