El Alcoyano está destacando en el arranque de la temporada por las expulsiones, nada menos que cuatro en otras tantas jornadas ligueras. Con todo, la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del entrenador, Andrés Palop, se produjo el pasado domingo en el tiempo de prolongación del encuentro contra el Llosetense.

El central Rigo golpeó con el brazo el rostro del delantero Álex Rubio provocándole una hemorragia nasal. El sevillano respondió escupiendo al jugador balear y acto seguido se dejó caer sobre el césped. El colegiado, tras ser informado por su asistente, mostró a ambos la cartulina roja.

Palop se pronunció con respecto a las expulsiones, ningún otro equipo de Segunda B ha sufrido idéntica cantidad, aunque hizo especial hincapié en la manera de actuar del joven Álex Rubio. «Cuatro expulsiones en cuatro partidos habla muy mal. Si es cierto que alguna podría haberse evitado. La última de Álex Rubio es innegociable, no puede pasar más», dijo el exportero de L'Alcúdia visiblemente enfado.

Palop, por otor lado, asumió «la responsabilidad para resolverlo. He de hablar con él y decirle cómo funciona esto. Si Álex es capaz de evitar todas estas situaciones nos va a ayudar mucho. En caso contrario habrá que tomar medidas porque no nos lo podemos permitir. Somos el Alcoyano, tenemos una imagen, una historia. No somos una banda. Somos un equipo con todas las letras y tenemos que tener claro que la imagen es cosa de todos, tanto dentro como fuera del campo».

Sanción ejemplar

Álex Rubio se enfrenta a una dura sanción por parte del Comité de Competición. Incluso, podría perderse los cuatro próximos partidos de Liga puesto que el colegiado reflejó en el acta que la acción que originó su expulsión se produjo «mientras el juego estaba detenido».

Visita del líder

La plantilla comenzará desde mañana a preparar la visita del próximo domingo del líder Villarreal B (18.00 horas). El equipo entrenado por Paco López ha ganado los cuatro encuentros (L'Hospitalet, Olot, Hércules y Atlético Levante) con once goles a favor por sólo dos en contra. Se trata, pues, del rival perfecto para medir el potencial del Alcoyano.