El jamaicano Usain Bolt desmintió a los escépticos al retener su título de campeón mundial de 100 metros con su mejor marca del año (9.79), batiendo por una sola centésima al hombre más rápido de las dos últimas temporadas, el estadounidense Justin Gatlin, que partía como favorito.

El "One love" de Bob Marley volvió a sonar en el estadio pequinés, como siete años atrás en los Juegos Olímpicos, en honor del rey de la velocidad mundial, campeón olímpico y plusmarquista mundial de 100 y 200, que por enésima vez supo estar a punto en el momento preciso.

El joven estadounidense Trayvon Bromell, de solo 20 años, compartió con el canadiense Andre de Grasse la medalla de bronce con un registro de 9.92, en tanto que el norteamericano Tyson Gay, el segundo atleta más rápido de la historia, llegó sexto con 10.00.

Con su victoria, Bolt se convierte en el atleta con más medallas de oro -nueve- en la historia de los mundiales, superando las ocho de los estadounidenses Carl Lewis y Michael Johnson.

El jamaicano había dado en semifinales tales muestras de debilidad, que su triunfo bien podía calificarse de sorpresa de no ser por su trayectoria de irreductible competidor.

A juzgar por sus marcas del año -Gatlin líder con 9.74, Bolt sexto con 9.87-, la final tenía un ganador casi cantado, sobre todo después de las semifinales, en cuya primera serie se temió, por momentos, que el Relámpago quedara eliminado.

Gatlin cavó, probablemente, su tumba en los tacos de salida. Tardó 165 milésimas en abandonarlos, más lento que el propio Bolt (159), que no se significa precisamente por sus rápidos despegues. La enorme fortaleza mental de Bolt hizo el resto.

Gatlin, campeón olímpico en Atenas 2004, líder de la velocidad mundial en 2014 (9.77) y en lo que va de 2015 (9.74), puede haber dejado pasar, con 33 años, su última oportunidad de recuperar el cetro de la velocidad pura, después de haber cumplido cuatro años de sanción por dopaje entre 2006 y 2010.

Martillo, peso y heptatlon

En martillo, el polaco Pawel Fajdek revalidó su corona con un lanzamiento de 80,88 metros que le dio un margen de casi dos sobre el segundo, el tayiko Dilshod Nazarov, en tanto que el campeón olímpico y de Europa, el húngaro Krisztian Pars, se quedó a las puertas del podio.

Pars, el último que le ganó a Fajdek, allá por el mes de marzo pasado, llegaba a Pekín con 15 triunfos seguidos pero fue a perder su invicto en el momento más inoportuno del año, la final del Mundial, cuando buscaba su primer título después de dos platas.

Nazarov, tres veces campeón de Asia, se hizo con la medalla de plata con los 78,55 de su quinto tiro, y otro polaco, Wojciech Nowicky subió con ellos al podio con igual marca que éste. El segundo mejor lanzamiento (78,06) inclinó la balanza del lado del tayiko. Pars terminó cuarto con 77,32.

En peso, después de sufrir alguna angustia, el estadounidense Joe Kovacs, líder mundial del año (22,54), se alzó con la victoria con 21,93 por delante del alemán David Storl (21,74), dos veces campeón, en un concurso que tuvo al jamaicano O'Dayne Richards tercero (21,69) después de haber dominado durante cuatro rondas.

La final entró en fase de sorpresa en la tercera ronda, cuando se puso al frente O'Dayne Richards, el campeón panamericano, con un lanzamiento de 21,69 metros. El atletismo jamaicano, asociado tradicionalmente a la velocidad, despunta ahora también en lanzamientos.

En heptatlon, la británica Jessica Ennis-Hill, campeona olímpica, recuperó su cetro universal con una suma de 6.669 puntos, seis años después de su primer título.

La plata fue para la canadiense Brianne Theisen-Eaton, la esposa del plusmarquista mundial de decatlón, el estadounidense Ashton Eaton, con 6.554, y la letonia Laura Ikauniece-Admidina se alzó con la medalla de bronce con 6.516, récord nacional.

La carrera de 800 metros, última de las siete disciplinas de la combinada femenina al aire libre, apeó del podio a la holandesa Nadine Broersen. Estaba segunda, pero su pésimo registro (2:16.58) la relegó al cuarto puesto con 6.491 puntos.