El Mundial de Atletismo de Pekín arrancó anoche con el maratón masculino y las primeras series clasificatorias. Es una cita cargada de alicientes, como ver en acción a los dos representantes alicantinos: Los campeones de España Mar Jover y Jorge Ureña. La saltadora de longitud alicantina buscará estar el día 28 en la final. Para ello, deberá conseguir su billete en la serie de clasificación que tendrá lugar en la madrugada del jueves 27, a las 4.20. Por su parte el decatleta colivenc, Ureña, deberá explotar todas sus virtudes durante los días 28 y 29, donde se disputarán las diez pruebas masculinas.

En el plano internacional, la cita llega marcada por el descubrimiento de nuevos casos de dopaje, incluyendo unas detecciones masivas en atletas ya retirados, cuyos nombres aún no han trascendido. En la pista, Usain Bolt regresa tras dos años al ralentí y lo hará midiéndose al mejor Justin Gatlin, quien está haciendo sus mejores tiempos tras pasar cuatro años sancionado. Junto a ellos, se espera con gran interés al gran genio de los 800 metros, el keniano David Rudisha, que llega lejos del nivel con el que asombró en los juegos de Londres. Pero nada como los dos 1.500 por la presencia de Asbel Kiprop y Turinesh Dibaba. El keniano acaricia el récord del mundo y la etíope lo batió recientemente, eliminando del listado a la sospechosa china Yunxia Qu, que llevaba ahí un cuarto de siglo.

España están en proceso de readaptación. Ahora ya es muy difícil lograr medallas en las carreras. No han cambiado mucho las cosas desde el Mundial de 2013: Ruth Beitia en altura y Miguel Ángel López, que batirá con su duodécima participación en Pekín el record absoluto de presencias mundialistas, en marcha son las mejores bazas para lograr alguna medalla. Ahora, el éxito del atletismo español no se mide por los metales, sino por el número de finalistas que logren.