El meta español Iker Casillas debutó en la Liga portuguesa con el número '12' de la zamarra del Oporto de forma plácida -tuvo que intervenir apenas en dos ocasiones- beneficiado de una cómoda victoria de su equipo, que derrotó al Guimaraes (3-0).

Ante un estadio prácticamente a rebosar -48.500 del total de 50.000 espectadores-, Íker Casillas, campeón del mundo y dos veces de Europa con la selección de España, se sintió arropado como hace tiempo no le sucedía.

Seguro en los desplazamientos en largo y en corto, casi no tuvo tajo en la primera parte, cuando el Oporto sofocó al Guimaraes.

En una de las pocas veces que se asomó al área de Casillas, el extremo portugués Álex remató en el 12 flojo desde fuera del área, un remate que resultó un poco mordido por el toque de un defensa, pero en el que el meta español no tuvo problemas en bloquear.

En el segundo periodo, los visitantes achucharon más por la desventaja que traían del desde el minuto 8 y merodearon con más frecuencia el área del portero de la selección española.

El antiguo meta del Real Madrid ordenó a la línea de cuatro defensores e incentivó a sus colegas en algunos decisivos cortes, como uno de cabeza del central español Iván Marcano.

Uno de los momentos estelas del portero madrileño sucedió en el minuto 50, cuando el delantero Tozé culminó un contraataque con un disparo rasó al palo corto.

Casillas, de 34 años, se venció con a tiempo y despejó el disparo con éxito.

El guardameta, que solo había recibido dos tantos en la pretemporada, en la derrota frente al Borussia Mönchengladbach, mantuvo así su portería a cero sin demasiado sufrimiento.

A partir del 2-0, el Guimaraes apenas inquietó en el tramo final, ni en balón jugado ni en el parado.

El tercer tanto del Oporto terminó por partir aún más de los visitantes, sin fuerzas para acercarse a los terrenos de Casillas, quien tuvo una plácida jornada de debut.