El Tarafa Club de Rugby, creado hace año y medio, teme por la desparición del rugby en la localidad debido al estado de las instalaciones municipales donde entrenan y juegan.

El club lamenta que el campo que el Ayuntamiento les cedió sea «un solar», ya que el terreno donde entrena «es de tierra, lo que provoca muchas abrasiones en la piel de los jugadores.

Tampoco cuenta con duchas ni vestuarios», aseguran, además de tener que costearse los palos que exige la Federación para jugar al rugby.