Esta temporada a Dorna, la empresa organizadora del mundial de motociclismo, le están saliendo las cuentas. Naturalmente me refiero en el aspecto económico que beneficia sus intereses, en ningún momento al deportivo que es el que debería primar, no solo en esta sino en cualquier modalidad deportiva. En motociclismo desde que la empresa española Dorna adquirió todos los derechos y asumió las tareas organizativas la competición -le pese a quien le pese- se ha visto adulterada y manipulada y las audiencias televisivas y la asistencia de espectadores a los circuitos han caído en picado. Solo Brno (República Checa) y Sachsenring (Alemania) llenan hoy sus instalaciones en el GP. Se han perdido citas clásicas e históricas del campeonato porque no pueden pagar las multimillonarios cifras que exige Dorna para organizar una carrera. De hecho si miramos el calendario vemos cuatro pruebas en España y muchas otras en países sin ninguna tradición motociclista con el subsiguiente resultado de unas gradas totalmente vacías como pudimos ver en Austin (EE UU) y Losail (Catar). Valga el ejemplo de que hace apenas una década a Assen en Holanda asistían mas de 200.000 espectadores y hoy no se rebasan los 75.000.

Ningún aficionado auténtico con relativa experiencia en las carreras duda que hoy la competición está manipulada y fue el gran piloto italiano Marco Lucchinelli -campeón en 500 cc- quien puso el dedo en la llaga y afirmó, "como los pilotos no se pueden dopar por los controles a que se ven sometidos, hoy se dopan las motos". Otro grande como el técnico holandés Jan Thiel, actualmente retirado en Tailandia no se corta un ápice a la hora de calificar el actual mundial como "una mier..." cada vez que se le pregunta al respecto. Y Thiel no es un cualquiera sino que está considerado como el mejor técnico de la historia ya que las motos construidas por él han ganado 51 títulos mundiales con 26 pilotos distintos que van desde Ángel Nieto a Valentino Rossi.

Pero las cuentas le salen porque su obsesión es que no ganen los pilotos españoles para recuperar credibilidad y audiencia televisiva en el extranjero y las cosas les están saliendo sospechosamente bien, pues aunque nuestros pilotos están delante y pueden ganar carreras como se comprobó el domingo en el circuito francés de Le Mans, los dominadores en las distintas categorías y lideres aventajados en cada una de ellas son un inglés, un francés y un italiano. La jugada perfecta y más si tenemos en cuenta que el líder de la categoría reina es el que más camisetas y gorras vende: Valentino Rossi.