El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha afirmado que el Gobierno no va a «regatear ningún esfuerzo» para evitar la huelga convocada a partir de este fin de semana por la AFE por sentirse ninguneada en la elaboración del Decreto Ley sobre la venta centralizada de los derechos de televisión en el fútbol profesional.

Preguntado por el hecho de que la mayor queja de la oposición durante el debate parlamentario en el Congreso haya sido que la norma no vaya a tramitarse como proyecto de ley, el ministro ha insistido en que cuando se opta por la fórmula del decreto ley es porque concurren circunstancias de «excepcional y urgente necesidad».

«Creo haber explicado en la tribuna cuáles son estas circunstancias. Se trata de evitar la situación de 2012, donde una semana antes del comienzo de la competición, hasta el 15 de agosto, no se consiguió que entre los operadores que tenían los derechos de los clubes se llegara a un acuerdo que permitiera que la competición comenzara con televisión. Creo que se trataba de evitar la repetición de situación y por eso se ha optado por la vía del decreto ley», argumentó.

Acerca de por qué no se han tenido en cuenta las reivindicaciones de AFE en el decreto, Wert ha señalado que ha examinado las de la AFE, CSD y la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

«La inmensa mayor parte de esas reivindicaciones tienen que fundamentalmente que ver con el convenio colectivo y son cuestiones ajenas al decreto ley y, al margen de lo cual, estamos haciendo un esfuerzo importante de aproximación con todos los actores, y ese 'todos' incluye a la AFE, para solventar las discrepancias que puedan haber», ha sentenciado el ministro.

La jornada de ayer estuvo marcada por lo que acontecía en la Audiencia, donde la Liga y la AFE estaban citados para exponer sus posiciones ante el presidente de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, Ricardo Bodas, y del Congreso de los disputados, donde el ministro José Ignacio Wert pidió el respaldo de la cámara para la norma.

«Mañana (por hoy) les facilitaremos el auto. Es un tema complicado, como comprenderán», explicó Bodas tras haber escuchado a los representantes de la Liga y la AFE durante una hora y 45 minutos, tiempo en el que los primeros definieron la huelga como «ilegal» y los segundos hablaron de una huelga «solidaria».

La LFP denunció que lo que «subyace es una huelga inducida por la Federación y su presidente, Ángel María Villar». «El promotor es la Real Federación Española de Fútbol», recalcó el letrado de la LFP, quien recordó que «las partes ya están conciliadas en sede de convenio colectivo».

Para el sindicato «los objetivos que se plantean no habían sido objeto de negociación ni tienen nada que ver con el convenio» y «en la propia definición de daños» expuesta por la LFP «no está el carácter irreparable» sino daños «puramente organizativos y económicos».