Herrero reconoció que en cualquier otro partido, Chechu Flores se hubiera quedado en la grada y no en el banquillo. Pero era una final y el jugador quería tener minutos. Fue el primer cambio en entrar y sólo aguantó 17 minutos. Tuvo malas sensaciones y pidió el cambio porque el equipo ya iba ganando. Hoy se someterá a pruebas para conocer el alcance de las molestias. Su situación es una «patata caliente» para el cuerpo técnico. Es un jugador clave, pero si se lesiona en Mallorca podría perderse la hipotética promoción. l. v. b.