El violinista Ara Malikian y su grupo fueron los encargados de abrir y cerrar la Gala del Deporte. Todo un espectáculo musical (¿quién dijo que el violín era un instrumento aburrido?), que el público celebró con grandes aplausos. Pero sin duda fue muy celebrado el mago Jorge Luengo, que utilizó para sus espectáculos a la madre de los hermanos Márquez, primero, a la que adivinó una carta imaginaria; a Ona Carbonell a la que redujo el móvil; y especialmente al presidente Enrique Cerezo, que tuvo que elegir un balón entre varios donde estaba una carta que previamente él mismo había roto un trozo con sus manos y que tras romper el balón se encontraba dentro.