Esta semana hemos conocido las cifras, mucho más altas, y el reparto, mucho más proporcional, de los derechos televisivos en la Liga inglesa. ¿Cree que esta desigualdad debilita al campeonato español?

Lo primero es valorar la Liga española con esa inferioridad de recursos, en la que podemos presumir de grandes clubes. El trabajo que se está haciendo con pocos recursos es extraordinario y podemos disfrutar actualmente de grandes jugadores en la Liga española. Imagino que es un asunto de «pinchazos», de las televisiones privadas. Allí se dan los partidos siempre cerrados y aquí los hay en abierto. Me quedo con el hecho de que con escasos recursos tenemos una de las mejores ligas europeas en España.

¿Cómo se presenta el España-Ucrania del 27 de marzo en Sevilla valedero para la Eurocopa de Francia 2016?

Es un partido importantísimo. De sumar los tres puntos daríamos un paso, no digo definitivo, pero sí grande para clasificarnos para Francia 2016 y todo lo que no sea una victoria nos pondría en entredicho. Así que vamos a aplicarnos y a hacer las cosas lo mejor posible.

En el camino de renovación de La Roja que ha emprendido, ¿le encaja ya el nombre del valencianista Gayá?

Él ha dado un paso grande al estar en la selección sub'21 siendo tan joven y nosotros, naturalmente, estamos expectantes. Afortunadamente en esa demarcación, lo que parecía ser una sustitución difícil de Capdevila tras el Mundial de Suráfrica se nos facilitó con la irrupción de Jordi Alba, Bernat, Alberto Moreno, Azpilicueta, que también está jugando por la izquierda, y ahora Gayá. Estamos encantados de tener esa competencia que nos hará mejores. Es un jugador que estamos controlando y sabemos de sus posibilidades y su evolución.

Usted siempre ha defendido a Casillas como titular en la selección. ¿Le sigue viendo en su «once» ideal en la Eurocopa si España se clasifica?

Eso, como con todos los jugadores, nos lo va a marcar el futuro más inmediato. Mientras siga jugando y siendo titular en el Real Madrid será señal de que está en buena forma y nosotros seguiremos contando con él. Dentro de la singularidad que tiene Iker, que es un jugador que lleva muchísimos partidos con nosotros [160]. Vamos a ser respetuosos con él y con todos los jugadores que merezcan venir a la selección e intentaremos acertar al máximo.

Un poco a toro pasado y tras los muchos análisis que haya podido realizar, ¿en qué falló España en el Mundial de Brasil?

Aceptar que fuimos inferiores en el segundo tiempo ante Holanda y sufrimos una derrota muy dura y también fuimos inferiores a Chile. Lo que nosotros detectamos antes del Mundial es que no íbamos a encontrar tantas dificultades. De hecho, el comportamiento, la preparación, la convivencia y el compromiso de todos los jugadores fue impecable. El mejor ejemplo fueron esos cuatro o cinco días tras caer eliminados y antes del partido ante Australia. Esos días fueron perfectos y nos hicieron sentirnos más tranquilos de cara al futuro.

¿La sombra de jugadores como Xavi, Puyol, Villa o Xabi Alonso es demasiado alargada como para sustituirla rápidamente en la selección?

Todo en la vida ha sucedido así cuando alguien se ha ido y estos han sido jugadores extraordinarios para nosotros. Tenemos que pensar que los Koke, Isco, Morata, Alcácer, Tiago, Jordi Alba, los que vienen por detrás van a suplir a los que se han ido. Eso es una ley de vida inevitable. Desde la añoranza hacia los que se fueron, pero con el optimismo de que los que vienen también lo harán bien.

El ranking de la FIFA publicado esta semana sitúa a España décima y mantiene primera a Alemania. ¿Tiene la impresión de que los germanos nos han copiado el modelo que nos hizo campeones?

Un peso importante en el ranking es el último Mundial y, por tanto, es normal que cayéramos. Los alemanes han sido muy generosos y cariñosos con nosotros porque ya cuando fuimos campeones en Suráfrica y luego en Kiev demostraron un saber perder extraordinario y se prepararon para ganar. Supieron perder en su momento y han sabido ganar cuando les ha tocado.

Mucha gente piensa que España es más país de clubes que de selección. ¿Lo comparte?

Es cierta una parte. España, a nivel de clubes, ha mantenido una hegemonía en las dos últimas décadas junto a los mejores: Madrid, Barcelona, Atlético, Sevilla, Villarreal, Deportivo,... Han mantenido una cierta hegemonía en el fútbol europeo, pero en estos siete años no nos podemos quejar porque a nivel de selecciones nos hemos puesto a la altura de lo que ha sido con los clubes. Esperemos que lo de Brasil haya sido sólo un paréntesis en este recorrido fantástico de la selección.

En el fútbol español de hoy seguramente merece una reflexión especial el Atlético del «Cholo» Simeone...

Sí, ha sido un éxito fantástico del Atlético. Con Simeone y un poco antes con otros entrenadores ya demostró su poderío. Y que haya ganado la Liga el año pasado ante la fortaleza de grandes clubes como Madrid y Barcelona tiene un mérito extraordinario. Y hay que reconocer la mano de Diego Simeone y aplaudirlo.

¿Qué le parece que ciudades como Alicante, Salamanca y Castellón (estas dos últimas con equipos en los que usted llegó a jugar) se hayan alejado tanto de la élite?

Pues una pena. Siento dolor. En el caso de Salamanca, que han sido noventa años de historia, y las muchas vivencias que experimenté en Castellón. Hay que pensar que la Federación y su presidente son los primeros en sentir con dolor que esto ocurra porque al final somos gente de fútbol de muchos años, nos gustan las tradiciones y sabemos lo que significaban estos clubes en el fútbol español. A nadie le puede gustar esto. Seguramente no se han adaptado a los tiempos y la economía los ha arrastrado.