El mercado de invierno ha dejado al Alcoyano sin Antonio Bello, uno de los jugadores más carismáticos y queridos por la afición. El extremo compareció en rueda de prensa ayer junto al secretario técnico, Guillermo Fernández, para argumentar la decisión de rescindir el año y medio de contrato y poner rumbo hacia el UCAM Murcia, líder invicto del grupo IV.

«Simplemente no estoy rindiendo porque no me encuentro a gusto. Lo fácil hubiera sido aguantar y disfrutar del buen contrato que tengo, pero he preferido se honesto conmigo mismo», dijo el andaluz que, por otro lado, aclaró que «con la afición estoy encantado desde que llegué y con los compañeros no tengo problema ninguno. Símplemente es que el futbolista es egoísta y quiere jugar noventa minutos cada domingo y si puede jugar los miércoles, también. En la primera vuelta esperaba más minutos de los que he tenido y no hay que darle más vueltas».

Bello insistió con que «quería quedarme aquí y de hecho al equipo donde voy me llamó antes de Navidad y le dije que no. Lo he intentado, he seguido entrenando e incluso he jugado después de Navidad y viendo que aún así no he estado cómodo prefiero irme, pero en ningún momento he arrojado la toalla», declaró.

Bello estuvo arropado en la rueda de prensa de despedida por una representación del vestuario encabezada por los capitanes, César Remón, Óscar López, Javi Rubio y Devesa. El entrenador, Óscar Cano, tampoco quiso perder detalle de las palabras de Bello, que finalizó su alocución dirigiéndose a sus compañeros. «Agradezco el tiempo que llevan ayudándome y sobre todo a Julio de Dios, Óscar, Devesa, César... los que están aquí porque sé que tienen un cariño especial por mí igual que yo por ellos», concluyó entre aplausos.

Guillermo Fernández, secretario técnico, afirmó que «estoy de acuerdo con que perdemos a un gran jugador, aunque por razones personales era un gran jugador al treinta o al cuarenta por ciento de sus posibilidades».