El Club Baloncesto Elda pone precio a la carta de libertad de Mireya Escámez Puche, una niña de 12 años por la que se ha interesado el Cabo Mar de Alicante: «La directiva exige al club alicantino diez balones de cuero valorados en unos 500 euros para obtener la baja», asegura Silvia Puche, madre de Mireya: «También renunciamos a los 350 euros de la cuota anual que abonamos al club».

El Cabo Mar se ha interesado por la pívot infantil de 1,73 de estatura a través de Miguel Ángel Saiz: «Habló con la niña y con nosotros para ver la posibilidad de ficharla». Acto seguido la madre de Mireya se reunió con Santi Bellod y Cristina Navarro, vicepresidente y secretaria del club eldense.

En esa reunión, según Silvia Puche, fue donde los directivos eldenses pusieron precio a la carta de libertad de Mireya, lo que motivó que Puche enviara un correo electrónico a Emilio García, presidente del Baloncesto Elda, solicitando la baja de su hija: «Lo del precio de diez balones es cierto, pero la niña no tiene ese precio».

«Sería más fácil si Miguel Ángel hubiera tenido la decencia de hablar con nosotros en vez de con la niña y sus padres. La madre de Mireya, en ese correo electrónico, me comentó que apelara a mi conciencia y que no se reuniría conmigo porque no iba a servir de nada», asegura García.

El mandatario sostiene que «aunque venga el Cabo Mar con diez balones o con dinero no daremos la baja a Mireya aunque no entrene con nosotros, y al acabar la temporada quedará libre».

Mireya se ejercita con el Cabo Mar pero sin poder jugar porque pertenece al Elda: «La que menos culpa tiene es la niña y espero que no se lesione con el Cabo Mar, ya que, en ese caso, podría tener problemas con la mutualidad», subraya Emilio García.