El tiempo de prolongación jugó en contra del Alcoyano, que pasó en un abrir y cerrar de ojos de ser tercero a verse relegado de la zona de privilegio en la última jornada de primera vuelta. Todo un mazazo psicológico provocado por la ingenua pérdida de un balón en el centro del campo que, unido a la genialidad de Adrià Carmona, posibilitó al Espanyol B equilibrar el marcador cuando el encuentro estaba agonizando.

El Alcoyano inició intenso el primer compromiso de 2015. El entrenador, Óscar Cano, dispuso las piezas necesarias para generar un fútbol rápido, vistoso y solidario en la presión de la salida de balón del Espanyol B, que apenas encontró el resquicio para rebasar la línea medular. El equipo dirigido por Lluís Planagumà acusó en exceso la ausencia de dos de sus mejores hombres, Joan Jordán y Jairo, convocados por el primer equipo, y el Alcoyano lo rentabilizó desplegando posiblemente sus mejores 45 minutos de la presente temporada.

Óscar Cano optó por jugar con «falso 9», función que recayó en Jesús Alfaro cuya movilidad trajo en jaque a la defensa del Espanyol B, algo desubicada debido a la ausencia de un referente en el ataque. Con todo, el primer disparo del Alcoyano entre los tres palos, obra de Bello, no se produjo hasta el minuto 21.

Acto seguido, prácticamente en la única acción de ataque hilvanada por el conjunto de Lluís Planagumà, Julián Luque probó fortuna desde fuera del área con un tiro a media altura pegado a la cepa del poste.

El único tanto del Alcoyano se fraguó tras un saque de esquina mal despejado por el filial. El balón fue a parar a Bello quien sacó el centro sobre el área donde César Remón enganchó un potente trallazo que hizo inútil la estirada de Keko. El capitán marcó por segunda jornada consecutiva.

La reacción del Espanyol B brilló por su ausencia. El Alcoyano mantuvo el control del balón y consiguió que el primer acto muriese en el terreno del rival.

El guión varió en la reanudación. El Espanyol B estiró las líneas y buscó con más descaro a Mamadou, pero éste tropezó una y otra vez con la contundencia de los tres centrales del Alcoyano. Marc Fernández lanzó por encima del travesaño una falta directa desde el balcón del área. Cano refrescó entonces el ataque con la incorporación de Israel Jerez por Bello y más tarde de Ferrón por Alfaro.

El dominio del juego continuó siendo del filial, que lo intentó hasta el final y obtuvo el premio en el minuto 91. La pérdida de un balón en la medular acabó en los pies de Adrià Carmona, que con un tiro raso desde el interior del área estableció el empate definitivo.