Cerca de 200 deportistas decidieron abandonar la prueba antes de tiempo. A partir de la segunda vuelta ya se vieron algunos corredores que no pudieron resistir la dureza del recorrido. Las exigencias de esta prueba requieren una cierta preparación. Además, las cuestas de Crevillent son muy traicioneras para quienes no las conocen con antelación. La mayoría de los atletas de élite que han pasado por la San Silvestre también han coincidido en afirmar en que el desnivel de Crevilent es determinante. La carrera consta de tres vueltas donde la segunda es la más intensa y la que suele decidir la mayoría de veces el ganador. A pesar de todo, la gente se esfuerza por terminarla. M. MOLINA